Álava aumentará de forma progresiva su temperatura media hasta elevarse 2,7 grados dentro de menos de 30 años, en el año 2050, si no se reducen las emisiones a la atmósfera de forma significativa, según destaca el Observatorio de la Sostenibilidad en su informe 'Aumento temperaturas por ciudades en España (1893-2020)'.

El estudio, basado en los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), también señala que Vitoria-Gasteiz ocupa el quinto puesto en cuanto a superficie de parques dentro de un grupo de 52 ciudades de España.

El cambio climático se nota en todo el planeta y el observatorio pone de relieve que en "todas las ciudades españolas, capitales de provincia y ciudades, donde viven alrededor de 15 millones de personas, han aumentado las temperaturas desde que existen datos comparables en la década 2011-2020 sobre el periodo de referencia 1981-2010".

Los datos en la última década de las ciudades con una población de 15 millones de personas son extrapolables a las que tienen más de 50.000 habitantes, que suponen casi el 60% del total de la población. En todas estas capitales y ciudades aumentó más la temperatura que en el conjunto del país como media, ya que mientras en las ciudades se incrementó 0,73ºC, en el conjunto de España solo se elevó 0,58ºC.

El Observatorio de la Sostenibilidad apunta que las previsiones para el año 2050, dentro de menos de 30 años, indican que se seguirá generando un aumento de las temperaturas y se producirá una subida media de 2,61ºC cuando se alcance ese periodo.

MITIGAR LAS EMISIONES

Este escenario se alcanzará mientras continúe la tendencia actual observada en emisiones y si no se realizan actuaciones para su mitigación, señala el informe. Las mediciones y predicciones para el territorio de Álava indican que en el año 2050 habrá aumentado 2,7ºC su temperatura media con respecto a la actual, por encima de la media de 2,61º.

Las grandes ciudades tienen ya caracterizado el fenómeno 'isla de calor', donde en determinadas condiciones se pueden tener diferencias de temperatura entre el centro y las zonas limítrofes de hasta 8ºC. La principal recomendación que se hace respecto a este fenómeno es que "cada ciudad realice su propia estrategia de adaptación y mitigación del cambio climático, con medidas a corto y medio plazo".

Entre las decisiones que se deben tomar destacan la necesidad de aumentar el número de árboles, jardines, además de cubiertas y fachadas verdes; conseguir más agua en la ciudad con fuentes, láminas de agua y humedales; y la creación de anillos verdes, bosques urbanos, corredores ecológicos.

SITUACIÓN DE ÁLAVA

En ese sentido, Vitoria se encuentra en el puesto 13 dentro de la clasificación de las ciudades con mayor superficie artificial y acumulada, pero asciende hasta el quinto puesto en cuanto a superficie de parques sobre un grupo de 52 ciudades de España.

El informe del Observatorio de la Sostenibilidad pone de relieve que las zonas o barrios de "las ciudades donde abundan las superficies impermeables (construcciones, asfaltos y plazas duras) tienen una temperatura significativamente mayor que los que cuentan con mayor ocupación de superficies permeables, con zonas permeables (zonas verdes, suelo desnudo o pavimentos permeables)".

La temperatura media de la capital, Vitoria-Gasteiz, no ha sido diferente a las del resto y ha ido aumentando en los diez últimos años de manera imparable hasta elevarse 0,687ºC entre los años 2011 y 2020. A pesar de todo, queda situada en el puesto 29 de las 43 ciudades estudiadas en lo relativo a la subida de temperatura.

Frente a esta situación, el Observatorio de la Sostenibilidad ha realizado un "llamamiento a la acción a gobiernos, empresas, organizaciones sin fines de lucro, la sociedad civil e individuos para encarar la subida del calor en las ciudades".

EVENTOS DE CALOR

El informe del observatorio añade que "el cambio climático está empeorando y haciendo más frecuentes los eventos de calor extremo, con temperaturas de verano que se extienden hasta las estaciones intermedias de primavera y otoño". Además, señala que "los eventos de calor afectan negativamente a la salud y a la calidad de vida, especialmente en las comunidades urbanas".

En ese sentido, destaca que "la mayor demanda de refrigeración ejerce presión sobre la red eléctrica y aumenta las facturas de la electricidad. Los impactos relacionados con el calor caen de manera desigual, con poblaciones históricamente desatendidas que enfrentan mayores amenazas para la salud".