En representación del gremio de feriantes de Vitoria, Ángel Lamelas ofreció a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA sus impresiones respecto a la vuelta de las barracas en la capital.

¿Qué sensaciones ha despertado entre los feriantes poder volver a colocar sus recintos?

-La principal es que, por fin, después de 15 meses, empiezan a ver la luz y volver a trabajar. Algo que para ellos parecía impensable, ya que habían sido el patito feo a nivel nacional, por así decirlo, porque no se les dejaba trabajar. Muchos de ellos no van a volver a abrir, han tenido que cerrar porque no han podido pagar los préstamos ni cubrir todos los mantenimientos. La oportunidad que nos da el Ayuntamiento de Vitoria lo consideramos un balón de oxígeno muy importante.

Respecto a las familias gasteiztarras, ¿cómo de importante es tener un lugar de ocio como las barracas de vuelta?

-La gente está encantada, la reacción que ha tenido la ciudadanía es impresionante y han tenido paciencia. También había mucha demanda y nos los han hecho llegar tanto a nosotros como al departamento pertinente del Ayuntamiento.

¿Se ha tenido en cuenta que el ruido de las barracas no llegue a molestar a los vecinos?

-Para nosotros es muy importante su descanso y estabilidad Por ese motivo, hemos decidido que las tres parcelas elegidas tenían que ser rústicas, que no fueran molestas para los vecinos, que no quitase plazas de aparcamiento y no estuviesen demasiado juntas por la ciudad. Es tan importante que los feriantes trabajen como el bienestar de los vecinos.