- Aunque en los último años las cantidades detectadas de fraude fiscal en el territorio han disminuido de forma considerable, los impuestos defraudados en Álava superan históricamente los cien millones de euros anuales. El año pasado, como consecuencia de la pandemia y de la paralización de los procesos administrativos entre marzo y julio, solo se detectó un fraude por valor de 91,9 millones de euros, 7,8 millones menos que en 2019, cuando afloraron casi cien millones de euros.

Ya en ese ejercicio la cifra fue bastante menor a lo que venía siendo habitual en campañas precedentes. Así, en 2018 el fraude detectado fue de 132,9 millones, por los 128,7 de 2017, los 124 de 2016 y los 129,5 de 2015. Habida cuenta de que la recaudaciones en el territorio han sido de 2.192 millones de euros en 2020, de 2.450 en 2019, de 2.404 en 2018, de 2.303 en 2017, de 2.054 en 2106 y de 1.993 millones en 2015, el porcentaje de fraude ronda el 5% anual del dinero que debería ingresar Hacienda.

En cuanto al ejercicio 2020, según indicó Hacienda, el Servicio de Inspección realizó 3.595 actuaciones, 1.410 con personas físicas y 2.185 con personas jurídicas.

Del total de los 91,9 millones de euros de fraude detectados, 72,6 corresponden a actuaciones del Servicio de Inspección de Tributos y 19,3 millones a los servicios de gestión de la Hacienda alavesa. El 87% de esos 72,6 millones de euros recuperados por las actuaciones del Servicio de Inspección de Tributos corresponden a las retenciones de trabajo (23,6 millones), Impuesto sobre Sociedades (25,4 millones) e IVA (14,6, millones).

Por otro lado, en 2020 se cerraron 21 expedientes, con un resultado de 7,2 millones, como consecuencia de la investigación de determinados colectivos, individuos y tramas que presentan indicios de irregularidades tributarias, como son la emisión y recepción de facturas falsas. De hecho la Fiscalía, a instancias de la Diputación Foral, incoó un expediente de delito fiscal cuantificado en 7 millones.