El Valle de Ayala no lo está teniendo nada fácil en los tiempos que corren, ni en materia económica ni cultural. La pandemia dio al traste el año pasado con las ilusiones de la ikastola Aresketa de Amurrio, que se vio obligada a suspender el Araba Euskaraz de 2020, y este año que le correspondía al pueblo vecino, Llodio y a su ikastola, la organización de este evento, ha tenido que reinventarse para cumplir con su compromiso, no solo con la fiesta de las ikastolas alavesa, sino de seguir afianzando el uso de la lengua vasca -otra gran afectada por la Covid-19-, la cultura euskaldun y su proyecto educativo.

Lo subrayó su presidenta, Aiara Murga, en el acto inaugural de la fiesta, que tuvo lugar a las 10.00 horas de ayer en la Herriko Plaza de Llodio, cuando “dio las gracias” a todos los asistentes, “por venir a apoyar a Laudio Ikastola en su 50 aniversario”; sin olvidar que la fiesta vivida ayer -bajo una amenaza constante de lluvia, que deslució algunos de los eventos programados a primera hora- no era más que el colofón a todo un año de eventos, que ha tenido como objetivo único abrir camino al euskera, tal y como rezaba el lema de esta edición “Zabal Bideak”.

De él también echó mano el consejero de Educación del Gobierno vasco, Jokin Bildarratz, que inicio su interlocución dando gracias a toda la comunidad educativa “por el trabajo hecho para garantizar la presencialidad en las aulas” para, a renglón seguido, añadir que “me gustaría que el curso próximo nos podríamos centrar más en la pedagogía que en la salud”. Asimismo, el medio siglo de Laudio Ikastola le sirvió de ejemplo para referirse al sistema educativo vasco como “un árbol firme que ha crecido como proyecto de país para el futuro, desde un esqueje y hace décadas” y al que hay que seguir cuidando, sobre una base de valores en el que nuestro idioma es uno de los pilares, “para que el fuerte tronco que ha llegado a ser siga creciendo”, subrayó.

Roble en ikastola De hecho, el acto inaugural de Araba Euskaraz 2021 -el quinto que organizaba Laudio Ikastola, tras las ediciones de 1983, 1993, 2000 y 2011- también sirvió para dar a conocer la plantación de un roble en el entorno del centro educativo, como recuerdo de estos 50 años de andadura, que juntó en el escenario a familias de la primera promoción con las que se estrenarán el próximo curso. Un momento emotivo, como pocos, al que le puso un broche de oro el alcalde laudioarra, Ander Añibarro, recordando que él también fue alumno de Laudio Ikastola y los más de diez años que pasó entre sus muros.

Y es que las familias, junto a las ikastolas, son las que -como bien incidió el diputado general de Álava, Ramiro González- “dan impulso al Euskara en el territorio” y a las que se les debe, en gran parte, “el buen momento que atraviesa nuestro idioma en Álava”, apuntó, en referencia a que el 48,2% de la población alavesa entiende Euskara; y un dato que se eleva a 8 de cada diez personas, en el rango de jóvenes entre 2 y 34 años, por lo que es en ellos en “quién tenemos que poner el foco y nuestras esperanzas”.

Y es que si bien “las familias han sido la viga, columna y esqueleto de las Ikastolas, y fueron ellas quienes comenzaron a impulsar y construir nuestro propio sistema educativo, tratando de dar un rompecabezas al euskera y a la identidad vasca. Tras décadas de intensa colaboración, la participación en el proceso de normalización lingüística continúa abriendo nuevos horizontes no sólo en el ámbito educativo sino también en otros espectros sociales”, añadió González; al tiempo que subrayó que “está claro que la casa y el colegio son, en este orden, las vías más eficaces que existen para asimilar una lengua; pero, con el paso de los años, este modelo se ha adaptado a los nuevos tiempos, a los nuevos retos y a los paradigmas sociales, y todo ello ha respondido a una necesidad que la sociedad demandaba: abrir el futuro del euskera a nuevas realidades y a nuevos retos, sin excepciones e ilusionante, como ha hecho Laudio Ikastola este año, demostrando que la cadena de transmisión iniciada en los años setenta por aquellos padres y madres no se ha interrumpido”, apostilló.

Salir de un mal sueño El último en intervenir -antes de pasar el testigo de la organización del Araba Euskaraz 2022 a Trebiño y Argantzon Ikastola, como adelantó el sábado DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA- fue el presidente de la Federación de Ikastolas Alavesas, Liher Larrea, que subrayó que el objetivo de este año era sacar adelante Araba Euskaraz “y Laudio Ikastola lo ha logrado con nota. Estos dos últimos años han sido como una especie de mal sueño, del que parece vamos despertando. A ver si poco a poco lo vamos dejando atrás”.

Lo que está claro es que estas dos últimas ediciones, el Valle de Ayala y sus ikastolas no las van a olvidar fácilmente. Toca esperar siete largos años para que las vuelva a tocar el turno de organización y lo que ello conlleva: los beneficios -el año pasado nulos y en este 2021, escasos- con los que los centros se permiten abordar mejoras en sus instalaciones y proyectos educativos. Quizás por ello también la población local y comarcal -y en mucha menor medida provincial, dados los límites de aforo- se volcó ayer asistiendo a los actos, todos ellos adaptados a las medidas sanitarias vigentes.

“Lo de hoy no tiene nada que ver con un Araba Euskaraz al uso, pero hemos salido a disfrutarlo igualmente. Sí ha sido un rollo lo de andar vivos en la realización de preinscripciones para garantizar que las crías tengan su plaza en tal espectáculo o taller, pero es la situación que tenemos, mucho han hecho, así que contentos”, explicaba Xabi Gelozaga, uno de los muchos aitas que acudió en familia a disfrutar de la jornada.

Aforos llenos Y es que la fiesta no contó con recorrido al uso ni grandes conciertos, pero sí con dos áreas principales repletas de actos, con aforos limitados de entre 18 y 120 personas que, en muchos casos, para el jueves ya estaban llenos. Fue el caso del espectáculo de danzas con los grupos Akelarre, Itxarkundia y Untzueta en la Herriko Plaza; del concierto “3 kluba, Go!azen”, a cargo de EITB, en la plaza Aldai; de los juegos y talleres en el jardín de la Casa de Cultura; o de las tres sesiones del juego de escape que albergó El Casino del Parque Lamuza, por citar alguno.

No obstante, el programa también ofreció teatro, taller de zumba y recital de bertsolarismo con los bertsolaris alaveses Izar Mendiguren, Manu Bendala e Iñaki Viñaspre; así como actuaciones musicales con Maider Zabalegi o“Ene bada! Aiama eta Ane Guria”; y hasta karaoke y un encuentro lúdico de juegos y deporte rural vasco, que se desarrolló en el frontón Lamuza, una vez culminaron de disputarse las finales del Campeonato Interpueblos de Araba de pelota, de la mano de la Federación de Pelota y la Asociación de Pelota Local Herriaren, que enfrentaron -casualidades de la vida- a pelotaris de Llodio y Amurrio.

De igual forma, la jornada también quiso abrir camino a los y las productoras locales y se instaló una feria de 41 puestos en el patio del instituto, a la que se podía acceder sin inscripción previa y, con las aportaciones de la comunidad educativa y con la colaboración de comercio y hostelería local, se montó una tómbola en la plaza Lamuza, que fue un hervidero de gente durante toda la jornada. En definitiva, Laudio Ikastola se proponía este año abrir camino al Euskara, después de los largos meses de incertidumbre a los que nos ha tenido sometidos la pandemia, y lo consiguió.