- Buena parte de las personas que durante la primera ola de la pandemia enfermaron de covid-19 y requirieron atención en las UCI del Hospital Universitario Araba (HUA) desarrollaron simultáneamente otras infecciones, en este caso bacterianas, que complicaron sus pronósticos y alargaron sus ingresos.

Es, en pocas palabras, la conclusión principal de un estudio recién publicado por el Instituto de Investigación Sanitaria de la OSI Araba (Bioaraba) que va a permitir, a ojos de sus impulsores, afrontar en mejores condiciones el tratamiento de estos pacientes con cuadros críticos mediante una administración más apropiada de los antibióticos que necesitan.

Conocedores de que el de las infecciones asociadas es un fenómeno bastante común en otras enfermedades de origen vírico, profesionales adscritos a Bioaraba se propusieron investigar si este también se producía en el caso del covid-19. Tras analizar a cerca de un centenar de pacientes ingresados en cuidados intensivos durante aquel tsunami inicial de la crisis sanitaria, han concluido que efectivamente sí.

"Nos llamó la atención que los pacientes que llegaban a la UCI tenían muchas infecciones bacterianas. Pasan mucho tiempo aquí, con ventilación... Y no sabíamos si ya llegaban con esas infecciones o si se infectaban por estar más tiempo aquí", apunta en declaraciones a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA la doctora Helena Barrasa, médica adjunta de la UCI en la OSI e investigadora principal de este proyecto.

En concreto, los investigadores analizaron los casos clínicos de un total de 92 pacientes que recibieron cuidados intensivos en el complejo gasteiztarra entre el 4 de marzo y el 2 de junio de 2020 utilizando tanto el cultivo convencional como nuevas técnicas microbiológicas moleculares.

Y los resultados fueron demoledores: Nada menos que el 26% presentaba una infección en el momento de su hospitalización -coinfecciones producidas por microorganismos de la microbiota saprofita o de la nasofaringe-, mientras que el 47% la desarrolló durante el ingreso. En este segundo caso se trataba, principalmente, de infecciones secundarias provocadas por microorganismos oportunistas, en su mayor parte bacilos gramnegativos. En definitiva, el 73% del total de pacientes estudiados presentaba una infección bacteriana al margen del covid-19. Una patología cuyo tratamiento ha supuesto por sí solo un reto de dimensiones ingentes y que ha generado además un gran estrés añadido a los profesionales por la saturación del sistema. "Nos desbordó la llegada de tantos pacientes con tan pocos medios y con protocolos con los que no estábamos familiarizados", reconoce la profesional.

Al margen de la elevada incidencia de las infecciones asociadas que ha aflorado gracias a este estudio, mayor además que la publicada por otros autores, los investigadores de Bioaraba observaron que los pacientes covid que presentaron estas infecciones estuvieron más tiempo ingresados en la UCI, con periodos de ventilación mecánica más prolongados y con mayor presión antibiótica. Una circunstancia que, según el equipo liderado por Barrasa, puede tener un impacto negativo en la selección de microorganismos resistentes. "Tendemos a poner siempre antibióticos, pero no hay un uso adecuado de ellos. Se tienen que poner cuando son necesarios y durante el tiempo que sea necesario", remarca, en este punto, la profesional.

Junta a la investigadora principal del proyecto, han tomado parte en él "casi todos" los profesionales que tienen su hogar profesional en la UCI del HUA y también el servicio de Microbiología del centro hospitalario gasteiztarra. Bioaraba ha contado además con el asesoramiento del intensivista Jordi Rello, del hospital Vall d'Hebron de Barcelona.

Pese a que los investigadores no pudieron determinar si las estancias más prolongadas de los pacientes en las UCI fueron una causa o una consecuencia de las infecciones asociadas, Barrasa pone en valor la importancia de su estudio. "Los resultados exigen que los clínicos mantengamos una adecuada política de antibióticos con diagnóstico precoz y certero de estas infecciones asociadas para poder hacer frente, de forma eficiente, al reto médico que suponen los pacientes con covid", resume la profesional.

Estudio de Bioaraba. Buena parte de las personas que durante la primera ola de la pandemia enfermaron de covid-19 y requirieron atención en las UCI del Hospital Universitario Araba (HUA) desarrollaron simultáneamente otras infecciones, en este caso bacterianas, que complicaron sus pronósticos y alargaron sus ingresos. Es la conclusión de un reciente estudio de Bioaraba, que eleva este registro al 73%.

Objetivo. A ojos de sus impulsores, el estudio va a permitir afrontar en mejores condiciones el tratamiento de estos pacientes con cuadros críticos mediante una administración más apropiada de los antibióticos que necesitan.

La investigadora principal del proyecto y médica adjunta de la UCI en la OSI Araba justifica la necesidad de realizar diagnósticos precoces y certeros de las infecciones bacterianas.

92

Pacientes covid que pasaron por la UCI fueros analizados.