- La Organización Sanitaria Integrada (OSI) Araba de Osakidetza va a completar en las próximas semanas la pauta de vacunación de los profesionales sociosanitarios y los usuarios de sus programas y servicios de menos de 65 años que recibieron la primera dosis de AstraZeneca.

Se trata de una novedad relevante en la campaña de inmunización contra el covid-19, que en las últimas horas ha vuelto a coger velocidad de crucero tras la llegada de una nueva gran remesa de vacunas a Euskadi, pues fue personal foral el encargado de inocular a este colectivo aquella primera inyección hace ahora alrededor de tres meses. En total, integran este grupo 1.490 personas.

Según ha podido saber este periódico de fuentes forales, el Departamento vasco de Salud ha decidido asumir la fase final de este proceso debido a su “alta complejidad”, dado que los profesionales esenciales de menos de 60 años y los usuarios de sus recursos tienen ahora indicado para sus segundas dosis el preparado de Pfizer/BioNTech. No tanto por esta circunstancia, sino por el hecho de que pueden rechazar la combinación de vacunas tras firmar un consentimiento informado y optar, de nuevo, por AstraZeneca.

Esta difícil logística ha hecho que Osakidetza tome el mando de la situación y libere de esta responsabilidad a la Diputación, que utilizó dos módulos anexos a la residencia foral de Lakua para vacunar a buena parte de este importante grupo de trabajadores y usuarios con la primera dosis de AstraZeneca.

Las mismas fuentes informaron de que la Diputación va a facilitar “inmediatamente” a Osakidetza los listados de esta población a vacunar -si no lo ha hecho ya- para que reanude el proceso. Este grupo se unirá, así, al resto de trabajadores esenciales menores de 60 años a quienes la OSI Araba ya ha comenzado a citar para recibir la segunda dosis de Pfizer en el frontón de Lakua.

El proceso arrancó ayer por la tarde con las 200 primeras citas, aunque Osakidetza todavía no ha facilitado datos sobre cuántas personas han rechazado el cóctel de vacunas indicado por el Ministerio de Sanidad y acordado después por la Comisión Interterritorial de Salud. Habrá que ver cuál es la respuesta final a este llamamiento tras los vaivenes que han marcado este proceso, las dudas que la combinación de vacunas genera entre muchos de los profesionales esenciales y la disparidad de criterios de las comunidades autónomas.

Por de pronto, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, aseguró ayer en el Parlamento Vasco que han sido criterios “científicos y técnicos” los que han determinado que la segunda vacuna a inocular a los esenciales sea, finalmente, Pfizer. “No nos equivoquemos. La indicación es clara: Pfizer como segunda dosis y excepcionalmente, quien no la quiera, puede optar a una dosis de AstraZeneca”, enfatizó.

El proceso también ha empezado esta semana entre los agentes de la Ertzaintza de menos de 60 años, que en este caso vuelven a ser vacunados en las instalaciones de la Policía Vasca, como las de Arkaute.