- Una ola epidémica más prolongada en el tiempo y también menos explosiva, que se ha quedado lejos de la incidencia estimada en el tsunami inicial de la pandemia y de los últimos picos registrados en noviembre y febrero, pero que ha provocado la mayor tensión en las UCI desde hace algo más de un año.

Esta es, en unas pocas palabras, la radiografía de una quinta embestida del covid-19 que por fin, tras varias jornadas de duras restricciones adicionales en buena parte de la geografía del territorio, ha tocado techo y ha iniciado su descenso en Álava.

A nivel general la pandemia también se encuentra en fase descendente , aunque con tasas todavía bastante más elevadas -por encima de 500 en Euskadi- y una situación grave en el ámbito asistencial. En consecuencia, las operaciones quirúrgicas consideradas no urgentes han sido aplazadas esta semana en toda la red de Osakidetza por la sobreocupación de camas para críticos, que desde hace siete días rondan los 190 pacientes al día. Cifras desconocidas desde el fatídico abril de 2020.

Por fortuna, el avance de la campaña de vacunación entre los colectivos más vulnerables está teniendo ya un notable impacto en unas cifras de fallecimientos notablemente más bajas que en todas las olas anteriores, aunque es previsible que en estos próximos días crezcan en relación a las semanas previas, como ya ha sucedido en la actual.

Si esta buena tendencia continúa y Álava y Gasteiz se sitúan fuera de la zona roja mañana, las restricciones adicionales a la movilidad y a la actividad hostelera y deportiva vigentes en el territorio desde el 7 de abril quedarán, por fin, en suspenso. Habrá que esperar todavía unos días más a que se relajen en Laudio y Amurrio, que en estos momentos registran peores cifras.

La provincia y su capital fueron, precisamente, las primeras de Euskadi en entrar en este escenario de máximo riesgo delimitado ahora por los 400 casos por 100.000, justo después de Semana Santa. También han sido las últimas en salir, tras experimentar un incremento sostenido de los contagios desde el lunes 15 de marzo.

La incidencia del covid a 14 días alcanzó su máximo en Álava en esta última ola el martes 20 de abril, con 448,20 contagios por cada 100.000 habitantes, en una jornada en la que el territorio sumó 120 positivos, 92 de ellos en Vitoria. Hasta el momento, ha sido uno de los picos más bajos alcanzados en el territorio durante toda la pandemia.

Álava llegó a un pico de 397,3 casos por 100.000 el 29 de agosto -segunda ola-, a los 551,88 el 16 de noviembre -su máximo de la tercera- y a los 663,22 del 2 de febrero, techo de la cuarta ola y de toda la pandemia -sin contar con la primera ola-.

Con todo, el sistema hospitalario se ha visto -y sigue viéndose- muy tensionado porque a esta última envestida del virus se llegó con una ocupación ya muy elevada de camas en la red pública. También en el HUA, donde ha ingresado un buen número de pacientes de la vecina Gipuzkoa y esta semana se ha vuelto a tocar techo con 24 personas en las UCI.

En Euskadi, donde la peor parte en esta quinta ola se la ha llevado precisamente este último territorio -su tasa sigue aún hoy por encima de 700-, la incidencia no comenzó a caer hasta el pasado domingo 25 tras 45 días al alza, por encima de los 40 de la ola de noviembre y de los 35 de la posterior a las Navidades.

Para Álava, sin duda, la primera ola de la pandemia fue la más devastadora de toda la crisis, aunque los datos de incidencia existentes no son fiables porque por aquel entonces no se realizaban suficientes pruebas diagnósticas. Pero basta con recordar que, en pleno confinamiento domiciliario, el HUA convirtió en un centro dedicado casi en exclusiva a la atención de pacientes con cuadros graves de covid -llegó a acoger más de 400 simultáneamente, cuando en esta última ola en ningún momento han llegado a 100- y tuvo que tirar de infraestructuras auxiliares como el Hotel Lakua.

Euskadi registró en aquel tsunami inicial del covid-19 su cifra más alta de fallecimientos en un día durante toda la pandemia. Se alcanzó tanto el 4 como el 9 de abril de 2020, sus dos jornadas más negras, con 51 decesos cada uno de esos dos días. El máximo en la segunda ola de septiembre fueron los 25 del día 17, mientras que en las posteriores se han registrado 23 muertes tanto el 3 de noviembre como el 22 de enero y el 7 de febrero. En este abril, gracias a la vacunación, sólo ha habido que lamentar más de diez decesos en un jornada el pasado día 23, cuando se contabilizaron doce.

Durante la semana del 19 al 25 de abril, última con datos en Álava y Euskadi, únicamente hubo que lamentar tres en el territorio histórico, dos en Vitoria -que suma ya un total de 603- y uno en Amurrio.

Quinta embestida. Una ola epidémica más prolongada en el tiempo y también menos explosiva, que no ha alcanzado los máximos de incidencia registrados en el 'tsunami' inicial de la pandemia ni tampoco en sus dos picos anteriores, pero que ha provocado la mayor tensión en las UCI desde hace más de un año. Es la radiografía de una quinta embestida del covid-19 -tras las de marzo, septiembre, noviembre y este pasado febrero- que por fin ha tocado techo y ha iniciado su descenso en Álava y en Vitoria.

Efecto de la vacunación. Por fortuna, el avance de la campaña de la vacunación entre los colectivos más vulnerables está teniendo ya un importante impacto en unas cifras de fallecimientos notablemente más bajas que en todas las olas anteriores. Este abril, solo ha habido que lamentar en Euskadi una jornada con más de diez fallecimientos, la del 23 de abril (12).

La peor oleada. Para Álava, la primera ola de la pandemia fue la más devastadora de toda la crisis, aunque los datos de incidencia existentes no son fiables porque entonces no se realizaban suficientes pruebas. Pero basta con recordar que, en pleno confinamiento, el Hospital Universitario Araba (HUA) se convirtió en un centro dedicado casi en exclusiva a la atención de pacientes covid -llegó a acoger más de 400 simultáneamente- y tuvo que 'tirar' de infraestructuras auxiliares como el Hotel Lakua.

448,2

Casos de covid-19 por cada 100.000 habitantes es el pico máximo de incidencia alcanzado por Álava en esta última oleada de la pandemia. En concreto, lo hizo el pasado martes 20 de abril, después de registrar 120 positivos.

7

De abril. Es el día en que las restricciones generales en vigor se endurecieron por última vez en Vitoria y Álava tras regresar a la zona roja, justo después de la Semana Santa.

24

Pacientes covid en las UCI del HUA se han alcanzado como pico máximo en esta quinta ola. En concreto, el pasado sábado 24 y este viernes 30. El centro ha acogido numerosos pacientes de Gipuzkoa.

663,2

Positivos por cada 100.000 residentes es el pico máximo de incidencia registrado por Álava durante toda la pandemia, concretamente el 2 de febrero. El segundo más elevado -sin contar, claro está, el de la primera ola- fue el 16 de noviembre, con 551,88.

51

Fallecimientos en un solo día es, hasta la fecha, la cifra más elevada registrada en Euskadi durante toda la pandemia. Se dio en dos ocasiones durante la primera ola de la crisis. Tanto el 4 como el 9 de abril del pasado 2020.

3

Muertes provocó el coronavirus en Álava en la semana comprendida entre los pasados 19 y 25 de abril, última con datos oficiales. Dos de ellas en Vitoria, que acumula ya 603 a lo largo de toda la pandemia, y otra en Amurrio.