La atención primaria es la puerta de acceso al sistema sanitario y la principal garantía del bienestar de la población. Entre el 80 y el 90% de las necesidades sanitarias de una persona a lo largo de su vida son atendidas ahí, en ese nivel cercano. Pero, aunque siempre aparece en los discursos políticos e institucionales, la realidad demuestra que aún queda mucho por hacer.

Ese contraste entre las declaraciones y los hechos es lo que ha mostrado la ONG Médicos del Mundo con un acto público con motivo del Día mundial de la Salud celebrado ayer, día 7. Así, el típico cartel institucional sobre la importancia de la sanidad de primer nivel ha sido modificado por un artista grafitero para mostrar cuál es la realidad detrás de las promesas que nunca se cumplen.

Bajo el lema #laPrimariaesLoPrimero, Médicos del Mundo reclama la urgente necesidad, más en mitad de una pandemia, de aumentar la dotación presupuestaria destinada a atención primaria hasta alcanzar el 25% del gasto público sanitario en un plazo máximo de cuatro años.

También incrementar el personal de medicina y enfermería. "Pedimos mínimo un médico de familia y un profesional de enfermería más por cada 10.000 habitantes en los próximos dos años".

Equipamientos

Y garantizar infraestructuras y equipamientos adecuados, que permitan que los centros dispongan de los espacios físicos para separar dos circuitos y suficientes consultas para no solaparse en caso de epidemias.

Solicita potenciar la atención domiciliaria, la promoción y la prevención para minimizar los riesgos de colapso del sistema. Igualmente promover la innovación y el uso de las tecnologías de la información en la atención primaria.

Cómo no, garantizar la coordinación de la atención primaria con la salud pública, ya que el primer nivel asistencial es la fuente principal de información epidemiológica.

Atención primaria en las residencias

Por último, potenciar la coordinación entre los servicios sanitarios y sociales, conectando la atención primaria con las residencias de personas mayores y discapacitadas.

"En España, el presupuesto destinado a la atención primaria se mantiene estancado por debajo del 15% en relación al gasto sanitario total", ha recordado la presidenta de Médicos del Mundo Euskadi, Nieves Turienzo, ella misma médica de familia.

Las oleadas del coronavirus han dejado al descubierto un agujero negro en la atención primaria, donde se han agudizado las carencias de un sector diezmado por los recortes desde hace más de una década.

"Está más que demostrado que la atención primaria de calidad alarga la vida de las personas. Si ahora las autoridades no ven la necesidad de invertir en ella, entonces ¿cuándo?" se pregunta.

Sanitarios bajo mínimos

Profesionales de atención primaria en todo el mundo han redoblado sus esfuerzos para hacerse cargo de la detección y el control de los casos de covid-19 y sus contactos, para visitar a los pacientes habituales, recuperar a aquellos que la pandemia dejó atrás, realizar consultas domiciliarias y asumir la vacunación, entre otras tareas, "todo con casi los mismos recursos que antes de la pandemia", denuncia Médicos del Mundo. "Al límite de sus fuerzas, se han convertido en otra población vulnerable de los propios sistemas de salud", añade.

Se calcula que hay un déficit mundial de 18 millones de profesionales sanitarios para prestar servicios de atención primaria.

Mientras que el número total de médicos per cápita ha aumentado en casi todos los países, la proporción de médicos de familia ha disminuido. Así, en la UE, solo uno de cada cinco médicos era generalista en 2018.

Además, al menos la mitad de los 7.300 millones de habitantes del planeta sigue sin tener plena cobertura en servicios sanitarios esenciales.

Eso, cuando la atención primaria es la que da seguimiento a las enfermedades crónicas que padece casi un tercio de la población mayor de 15 años y dos tercios de la población mayor de 65.

Violencias de género

Además, en España, la atención primaria es la principal vía de detección de distintas violencias de género, desde la que se produce en la pareja o expareja a la mutilación genital femenina, gracias a los servicios de Pediatría y Ginecología. Es decir, "a peor atención primaria, más casos de violencia contra las mujeres sin detectar".