Tener una reserva hotelera realizada antes del día de ayer se ha convertido en el nuevo salvoconducto para disfrutar de las vacaciones de Semana Santa. Porque el LABI acordó ayer permitir a los vascos -que tengan dichas reservas- desplazarse por Euskadi entre el 1 y el 11 de abril aunque haya restricciones a la movilidad por una alta incidencia de covid.

El consejo asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI) aprobó varias modificaciones en las restricciones sanitarias vigentes hasta ahora para combatir el coronavirus ya que tras el puente de San José, Euskadi se encuentra, de nuevo, en un punto de inflexión de la pandemia a pocos días de iniciar la Semana Santa.

Y aunque el jueves ya se había avanzado el nuevo cerrojazo de los municipios y territorios cuando alcancen los 400 casos acumulados por 100.000 habitantes en dos semanas, ayer se introdujo una importante novedad, la de consentir desplazamientos vacacionales "con reserva" a lugares de máxima transmisión, con el fin de evitar una avalancha de cancelaciones.

En su comparecencia posterior a la reunión del LABI, el lehendakari Urkullu expuso estas medidas pero insistió en que, aunque se permita la movilidad a las personas con reservas hoteleras, es "desaconsejable la movilidad y la interacción social en entornos con altas tasas de contagio".

Y es que el brusco agravamiento de la pandemia ha obligado a un nuevo cambio de guion. Ante la amenaza de una cuarta ola, el Gobierno Vasco ha optado por endurecer de nuevo las restricciones y blindar más la movilidad en todos los municipios de más de 5.000 habitantes con una incidencia superior a 400 casos. En estas localidades solo se podrá salir para actividades socioeconómicas o para las causas amparadas por el estado de alarma.

Hoy mismo se sabrá qué municipios quedarán confinados a partir de lunes pero a día de hoy serían; Ermua, Elorrio y Ondarroa en Bizkaia, y en Gipuzkoa, Beasain, Lazkao y Ordizia. Bilbao y Gasteiz superan con creces los 300. Los territorios históricos también tendrán confinamiento perimetral.

Urkullu señaló que "no hay una vuelta atrás. El 9 de marzo lo que dejamos sin efecto fue el cierre perimetral municipal porque teníamos una tendencia descendente con menos de 200 casos. Estamos actuando en función de la evolución epidemiológica como venimos haciendo desde 2020". "Las nuevas medidas las marcan la tendencia de los contagios, seguimos con el panel de referencia, el Plan Bizi Berri III. Hay que cortar de raíz la correa de transmisión del virus porque el covid viaja con cada uno de nosotros y nosotras. Es fundamental ver qué está suponiendo la variante británica. Nuestra principal preocupación es su prevalencia y su impacto en Euskadi. Además ya han aparecido los primeros casos de variante sudafricana y brasileña. Por eso las decisiones tienen que ser cambiantes", justificó.

Convertida en la comunidad con la tasa de incidencia más alta del virus (253 casos por cien mil habitantes, diez puntos más en un solo día), los vascos no podrán hacer planes para esta Semana Santa, salvo si tienen la mencionada reserva hotelera. Porque los bares y restaurantes de los municipios en esas zona de máximo riesgo deberán cerrar su interior durante prácticamente todo el día. Dentro de los establecimientos hosteleros solo se podrá consumir de 6.30 a 9.30 horas y de 13.00 a 16.30 horas. Durante el resto del día solo se podrá comer y beber en las terrazas.

Los pueblos que deban someterse a estas restricciones se actualizarán una vez por semana. Será todos los lunes cuando se divulgue la relación de municipios y territorios que superen los 400 casos, aunque en el caso del lunes 5 de abril, día festivo, la lista se publicará el martes 6.

El cerrojazo también afecta al deporte ya que el límite de agrupaciones para hacer ejercicio en espacios interiores -salvo la que afecte a entrenamientos y competiciones de equipos profesionales y federados- se reduce a cuatro personas. Además quedarán cerrados los vestuarios y duchas de todas las instalaciones deportivas, excepto en piscinas donde se permite un aforo máximo del 35%.

Junto a estas medidas para los municipios con una tasa de 400, entre ayer y el Viernes de Pascua, el 9 de abril, estarán prohibidas las reuniones entre no convivientes en espacios privados como casas o alojamientos rurales. Esta última restricción es resultado del acuerdo alcanzado entre las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial.

Urkullu sostuvo que en las actuales circunstancias "lo responsable es actuar con la máxima cautela" y recordó que ya a principios de marzo recalcó que no se trataba de "salvar" la Semana Santa y que era preferible pensar en el verano, cuando confía en que se haya podido avanzar en el proceso de vacunación y se haya reducido la incidencia de la pandemia.

"Hay que cortar de raíz la correa de transmisión del virus porque el covid viaja con cada uno de nosotros y nosotras"

"Es desaconsejable la movilidad y la interacción social en entornos con altas tasas"

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