En el debate abierto sobre la redefinición de usos de la cárcel de Zaballa, la parlamentaria María Garde Ramírez, de EH Bildu, ha planteado a través de una proposición no de ley en el Parlamento Vasco que se habilite una unidad mental en ese centro penitenciario.

Explica que, a lo largo de los últimos años, las personas expertas en salud mental han subrayado, en más de una ocasión, que el porcentaje de personas con enfermedades mentales graves en prisiones es muy alto. Así lo ha hecho, por ejemplo, la Red de Salud Mental de Araba (RSMA) en una reciente reflexión en respuesta a la solicitud de información documentada sobre el modelo idóneo de asistencia psiquiátrica en la prisión de Zaballa.

En esa reflexión se afirma, entre otras cosas, en relación con las personas esquizofrénicas, que su prevalencia en prisiones ronda el 5% en comparación con el 1% de la población general, y que más de la mitad de las personas reclusas tienen algún trastorno de la personalidad. Además, en el estudio se afirma que, dentro de la población reclusa a atender, se deben considerar una serie de características que van más allá de la mayor prevalencia de la patología mental, como es el caso del elevado número de suicidios consumados e intento de suicidios en el centro de Zaballa y la alta prevalencia del consumo de sustancias psicoactivas que se da en la prisión de Araba.

Posteriormente, la reflexión define la tipología de problemas mentales de la población reclusa: sufrimiento psíquico, ansiedad, depresión, neurosis, trastorno de personalidad, esquizofrenia, adicciones de sustancias vinculadas a problemas mentales, discapacidad intelectual con alteración del comportamiento o deterioro cognitivo secundario. Es decir, las patologías que se atienden en salud mental de acuerdo con la cartera de servicios definida en Osakidetza en materia de salud mental.

Finalmente, la Red de Salud Mental de Álava concluye que en relación con la asistencia psiquiátrica en la prisión de Zaballa era preciso llevar a cabo una atención más intensiva y, literalmente, señala que "las recomendaciones del Ararteko, el perfil del interno, el volumen de pacientes y el tipo de centro penitenciario nos llevó al planteamiento de la creación de un centro de salud mental dentro del centro penitenciario".

Por todo ello propone la apertura de esa unidad, con el fin de poder atender de forma adecuada a las personas presas que padecen enfermedades mentales y que en el diseño de ese servicio se tenga en cuenta el trabajo hasta ahora realizado en Zaballa en ese ámbito y los recursos ya existentes. A esta iniciativa ha presentado una enmienda Elkarrekin con la que se pide se tenga en cuenta el trabajo realizado hasta ahora por el equipo de la Fundación Lur Gizen en Zaballa y propone también aumentar los recursos de Bizkaia y Gipuzkoa para poder atender a las personas que padecen esos problemas en las cárceles de Martutene y Basauri.

Por su parte, el grupo Nacionalistas Vascos se ha decantado por pedir que se continúe con los programas asistenciales ya existentes, mientras el Populares Vascos ha enmendado a la totalidad la proposición de EH Bildu y piden que el gobierno vasco elabore y presente un informe de la situación de la salud mental entre la población reclusa en centros del País Vasco y las medidas que se deben implantar.