La experiencia personal y profesional de la vitoriana Blanca López González responde a la perfección por qué el lema del 8M de la campaña del Gobierno Vasco y Emakunde de este 2021 es el de ¿Quién cuida? Hagámoslo visible. Hagamos nuestra parte.¿Quién cuida? Hagámoslo visible. Hagamos nuestra parte No en vano, según un reciente estudio del Eustat, en Euskadi el 67,2% de los cuidados y tareas del hogar las asumen mujeres y un 18,1% de las que están ocupadas están insatisfechas con la colaboración que ofrece su pareja.

En el caso de López, auxiliar de enfermería, tuvo que abandonar su trabajo, desde que Samuel, su tercer hijo, de sonrisa sempiterna, vino al mundo hace 19 años con una parálisis cerebral, aunque su silla de ruedas no le ha frenado para correr en Egoísmo positivo. "Desde que nació, solo puedo trabajar ciertas horas. ¿Dónde me van a coger así?", se pregunta.

Es el horario en el que el benjamín de la casa, acude a Mendebaldea, a Aprendizaje de tareas. Y cuando regresa por la tarde, se dedica a él al 100% porque está divorciada y su pareja "hace lo que le obliga la sentencia".

"No sé si es por tradición o por ese instinto de las mujeres, de cuidar a quien lo necesita. Ellos se suelen desentender más, pero habría que incidir desde la educación para que los asuman al 50%", opina.

Pese a todo los pesares, Samuel dice que es su sol. "Hay veces que su luz, puede destellar si no llevas gafas, o que si no te pones una gorra, te duele la cabeza, pero sin él no se puede vivir", resume.

Por suerte, desde hace un par de años ha encontrado el apoyo de Ascudean (Familiares cuidadores de personas mayores), al haberse abrirse este colectivo a los adolescentes.

No obstante, desde hace un par de meses, López asume cuidados "por partida doble", ya que se ha llevado a casa a su madre, porque a sus 89 años ya no puede vivir sola. "Se le olvidan las cosas, no tomaba la alimentación, comía lo que no debía...".

Otra de sus hijas, de 36 años, que tiene fibromialgia, estuvo echando una mano durante un tiempo a la abuela, pero López no quería que "hipotecara su vida", así que "por narices" lo hace ella. Y eso que esta mujer no es que sea hija única.

MENOS VALORADA La colombiana Yuris Caicedo, afincada en la capital alavesa desde noviembre de 2019, pone cara también a todas esas féminas que, gracias a sus cuidados profesionales, como el que hace ella a personas mayores en el hogar, ayudan a que matrimonios como los que actualmente atiende, ella con demencia y él con las duras secuelas de un ictus, no tengan que abandonar su hogar. "Soy enfermera y ahora estoy homologando el título. Cuando llegué, me puse a estudiar Atención Sociosanitaria a personas mayores dependientes, y ahora estoy dedicada a eso", precisa.

En esa formación que hizo en Vitoria recuerda que "éramos 15 alumnas y un solo hombre" y cuando cursaba Enfermería en Colombia hace 14 años, de 30 estudiantes, solo había tres chicos. Unos cuidados profesionales, que como señala, siguen teniendo rostro femenino. "Pienso que ello se debe a una especie de estigma que nos han puesto, por eso de que nosotras somos las que sabemos realizar los cuidados, por ser madres, y eso de cambiar los pañales. Es un campo que está estigmatizado. Era muy machista: Decía que un hombre de verdad no estudia esas cosas".

Por ello, al igual que la campaña del Gobierno Vasco del 8M, así como la del Ayuntamiento de Vitoria y Diputación, insta también a dignificar estas profesiones, que han tenido más valor, si cabe, durante esta pandemia. "Hay que visibilizar, valorar y repartir las tareas de cuidado. Son profesiones muy poco valoradas, cuando la enfermería o el personal sociosanitario realizan el trabajo más fuerte, de cara prácticamente con el paciente y usuario. Somos los que conocemos sus gustos, dónde le duele, etc.", subraya.

Caicedo tiene dos hijos y, al llegar al hogar familiar tras el trabajo, el peso de sus cuidados también recae "sobre mí". Incluso cuando tenía que hacer malabares con sus estudios de Enfermería, "porque ya tenía a mi hija, que entonces ella tenía cinco meses. Menos mal, que la podía dejar en casa de mi madre. Con el niño pasó igual y en estos momentos sigue pasando lo mismo porque ahora estoy separada de él".

8 DE MARZO

Campaña institucional. La del Gobierno Vasco y Emakunde lleva el lema '¿Quién cuida?'. Por su parte, la de Diputación Foral de Álava y Ayuntamiento de Vitoria es el de '¿Esenciales para la vida?' con el que buscan visibilizar el trabajo de mujeres, como el llevado a cabo durante la pandemia.

RIESGO DE POBREZA33%

Save the Children calcula que es lo que ha subido en la pandemia, en Euskadi, sobre todo, entre familias monoparentales encabezadas por mujeres.

TASA DE PARO: 18,4%. Es la tasa de paro femenina, según la EPA, del tercer trimestre de 2020. La de ellos, en cambio, era algo más baja: 14,4%.

"Este tipo de profesiones están muy poco valoradas, pero somos las que conocemos sus gustos y dolor"

Se dedica al cuidado de mayores

"Asumo cuidados por partida doble. Tengo a un hijo con parálisis cerebral y a mi madre en casa"

Vitoriana con madre e hijo a su cargo

"En Euskadi, el 67,2% del trabajo doméstico lo hacen mujeres, frente al 32,8% de hombres"

Instituto vasco de Estadística