Nadie duda de la eficacia de los fármacos para curar enfermedades y mejorar la salud de la población, y menos en mitad de una pandemia sanitaria como la actual.

Sin embargo, los restos de medicamentos que desechamos son, en ocasiones, contaminantes para la flora, la fauna y el medio ambiente, en general. Para calibrar sus negativos efectos, Álava va a analizar la presencia de restos de boticas en sus aguas, antes y después de pasar por la depuradora. Se trata de una innovadora investigación en la que ya llevan dos años trabajando los profesores de Farmacia de la UPV/EHU Gorka Oribe y Unax Lertxundi.

Uso racional de medicamentos

Una vez estudiada la presencia de restos de fármacos que pueden ser contaminantes en las aguas, divulgarán sus conclusiones y las posibles soluciones. "No podemos pensar en disfrutar de salud sin tener en cuenta el medio ambiente", indica Oribe. De ahí, la importancia de un uso racional de los medicamentos, apunta el investigador.

Explica Lertxundi que está demostrado que determinados componentes de algunos medicamentos se acumulan en el entorno contaminando el medio ambiente. Pero también pueden llegar a causar estragos entre los animales que los ingieren hasta el punto de poner en peligro algunas especies y, de ahí, como un efecto dominó, afectar a los humanos.

Una cadena que comienza con la fabricación y transporte de los fármacos, sigue con su consumo, ya sea humano o veterinario, y continúa con su vertido al medio ambiente.

De ahí la importancia de esta investigación para frenar la contaminación por fármacos vertidos al medio ambiente, subraya la rectora de la UPV/EHU. Y es que, "conocer es sentar las bases de la acción reparadora", destaca Eva Ferreira.

Además, la universidad pública vasca anuncia que, ligado a este programa, va a impartir desde el próximo curso un postgrado en la materia.

Para sacar adelante esta investigación en materia de farmacontaminación se han aliado los ámbitos académico, económico e institucional. Así, representantes de los entes participantes rubricaron ayer en el Ayuntamiento de Gasteiz el protocolo para desarrollar la investigación.

Firmaron el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran; el diputado general de Álava, Ramiro González; la rectora de la UPV/EHU, Eva Ferreira; la directora científica del instituto de investigación sanitaria Bioaraba, María Ángeles García; el presidente de Fundación Vital Fundazioa, Jon Urresti, y la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Álava, Milagros López de Ocariz. También el director de BIC Araba, David Montero; la presidenta de Amvisa, Marian Gutiérrez, y el cofundador de la startup Aquadat, Jorge García del Arco.

En su intervención, el alcalde de Gasteiz ha señalado la necesidad de conocer el impacto que los restos de medicamentos tienen en el ecosistema.

El diputado general, por su parte, ha manifestado la importancia de mantener la calidad de las aguas en Álava.

Y la rectora ha añadido que "si algo bueno podemos extraer de la pandemia es la aportación diaria de la ciencia y buena parte de ella se desarrolla en la universidad", afirma.