El inicio del segundo trimestre del curso en los centros de Padre Orbiso y la ikastola Umandi ha llegado con la buena noticia de poder disfrutar de un sistema de ventilación en sus respectivos comedores. De esta manera ambos colegios están dentro de las medidas de obligado cumplimiento del protocolo contra el covid-19 para airear estos espacios cerrados y mitigar el posible riesgo de contagios.

Se cumple también una vieja reivindicación de Padre Orbiso y Umandi para mejorar las condiciones en las que sirven las comidas a sus alumnos en un curso desarrollado bajo la sombra del coronavirus.

El Departamento de Educación del Ayuntamiento de Gasteiz aprovechó el paréntesis de las vacaciones navideñas par acometer una mejora largamente añorada por los rectores de Padre Orbiso.

“Podemos decir en este caso que no hay mal que por bien no venga”, explica con alegría su directora, Nagore Dosantos, en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA después de las primeras semanas de funcionamiento del sistema de ventilación.

Carencias

En este centro el comedor está ubicado en una sala carente de ventanas y era “algo muy necesario, y más en estos tiempos de pandemia”, remarca Dosantos. Hasta tener en marcha esta mejora y para hacer frente a los protocolos que ha habido que poner en marcha este curso, en Padre Orbiso habilitaron una sala anexa al comedor, donde sí cuentan con ventanas que permiten renovar el aire.

Las obras en Umandi y Padre Orbiso arrancaron en las semanas finales del pasado año y estaban rematadas el 11 de enero, cuando se produjo la vuelta de los alumnos a sus aulas. La imposibilidad de renovar el aire interior de los comedores de ambos centros por admisión natural, al encontrarse ubicados en una planta semi sótano, así como la necesidad de adecuar estos espacios a la normativa vigente concedía a estas actuaciones la etiqueta de necesarias y urgentes.

El estudio previo llevado a cabo determinó como mejor solución la instalación de un sistema de ventilación mecánica con recuperador de calor. En el caso de Padre Orbiso el coste fue de 40.718 euros y de 48.276,81 euros en Umandi, IVA incluido en ambos casos. “Con esta actuación se favorece la conciliación de las familias, se hacen dos turno de comedor en vez de uno y más niños pueden comer en el colegio”, explica Borja Rodríguez, máximo responsable de Administración Municipal del Consistorio.

Organización

Después de la reforma el servicio de comedor de Padre Orbiso se organiza en dos turnos. La duración de cada uno de ellos es de una hora, comprendido entre la franja de las 12.30 a las 14.30 horas. En el primero de ellos se sientan a la mesa 66 alumnos e idéntica cifra se alcanza en el segundo de ellos.

Por su parte en Umandi el primer turno de almuerzos da cabida a 99 personas, incluyendo alumnos, vigilantes y personal de cocina. En el comedor de los pequeños la asistencia llega a 50 personas, en un espacio capacitado para albergar a 149 personas. En el segundo turno en el comedor grande tienen cabida 95 personas, con 89 alumnos sentados a la mesa, 4 vigilantes y dos responsables de cocina.