El Ayuntamiento de Dulantzi ha tomado la decisión de no celebrar, como cada año la tradicional Feria de San Blas. Este acontecimiento congrega a centenares de vecinos y vecinas del municipio y alrededores y, por este motivo, debido a la situación de crisis sanitaria, provocada por la pandemia del covid-19, este año no va a ser posible su realización.

La tan esperada feria de San Blas, quizás una de las últimas citas multitudinarias en la localidad celebradas desde el pasado año ya que al mes siguiente se decretó el estado de alarma debido a la pandemia, tampoco va a llevarse a cabo, en aras de proteger la salud. En este sentido, no se organizará ninguna de las actividades que suele englobar, tales como la venta de productos o diferentes espectáculos.

"Teníamos intención de hacer una feria comarcal, pero al final no se ha conseguido que artesanos y productores acudan, a lo que sumamos la situación actual y hemos considerado que no es ni adecuado ni prudente", explican desde el Consistorio de la localidad.

Se da la circunstancia que San Blas es el patrón de Dulantzi y por ello, cada año, la villa se vuelca en la celebración del santo conocido por su don curativo especialmente de enfermedades de garganta. Los dones milagrosos de San Blas han movido tradicionalmente a los vecinos a llevar a bendecir los alimentos y en los últimos años los famosos cordones de San Blas para proteger la garganta y que se deberán llevar colgado al cuello 9 días y luego quemarse.Tradición

Tradicionalmente los actos comienzan un día antes de la celebración de la tradicional feria, que siempre tiene lugar en domingo. Dianas, pasacalles, pintxo-pote, deporte o música suelen preceder a un mercado que aglutina anualmente a cerca de un centenar de artesanos y vendedores en la Herriko Plaza de Dulantzi y en la que algunos de los expositores realizarán demostraciones de su buen hacer de cara al público.

"Proceden la mayoría del País Vasco, pero también tenemos de Navarra, La Rioja, Cantabria, Burgos e incluso Salamanca", explican desde el Ayuntamiento. Uno de los objetivos de la feria de San Blas es dar a conocer la vida del caserío y consolidar un evento que comenzó modestamente hace varios años. Este año la pandemia obligará a la suspensión del tan ansiado evento.

Conocido como el protector de la garganta, según cuenta la tradición, San Blas logró salvar a un niño que tenía clavada una espina en dicha parte del cuerpo. Por este motivo, cuando se acerca el día del Santo los vecinos de la localidad llevan cordones y rosquillas a bendecir.

Los primeros permanecerán anudados durante nueve días en los cuellos de los dulantziarras como augurio de protección. Además, ricas tortas de azúcar recuerdan cada mes de febrero al Santo. Dulantzi es el único municipio de la Llanada que celebra la festividad de San Blas, patrón de la localidad. En la antigüedad se celebraban las fiestas patronales en esta fecha, pero debido al frío y al mal tiempo se trasladaron al mes de septiembre.