- Con la llegada del año nuevo, la Junta de Castilla y León ha renovado el compromiso de combatir la presencia del siluro tanto en el embalse de Sobrón como en las aguas sorianas del azud de Almarail y los embalses de La Cuerda del Pozo y de Los Rábanos, que se viene realizando desde 2019 con un Plan de Control.

El siluro es una especie que fue introducida en España en el año 1974 por parte de un particular, un pescador alemán, en el pantano de Mequinenza y Ribarroja (Zaragoza). Posteriormente se ha extendido a lo largo del río Ebro y de sus afluentes, especialmente en el río Segre. También ha sido objeto de introducciones ilegales llevadas a cabo por particulares en otros ríos, embalses y lagos de varias localidades de nuestro país.

Es sin duda una especie que causa un gran impacto sobre los ecosistemas acuáticos, al alterar fuertemente la estructura trófica de las comunidades, debido a su carácter eminentemente depredador. La presencia del siluro en el embalse de Sobrón está documentado desde el año 2010 y tras las capturas realizadas a partir de 2015 en otras aguas, especialmente en las zonas sorianas mencionadas, llevaron a la Junta a aprobación de la Orden FYM/491/2019, de 20 de mayo, por la que se aprueba el Plan de Control del Siluro.

La puesta al día de este Plan ha supuesto que se confirmara que desde hace años no se tiene noticia de ninguna captura realizada en los embalses sorianos, pero sí en Sobrón, donde además se están desarrollando otras especies invasoras como el mejillón cebra, el lucio y el lucio-perca.

En el caso del siluro, existe la orden de no devolver a las aguas las capturas, para evitar que sigan creciendo y extendiéndose, pero por parte de la Diputación Foral de Álava no hay ningún Plan. Tan solo, en las campañas de pesca se permite su captura como medida de control a condición de que se extraigan del medio una vez pescados.