Aenkomer, la Federación de comercios y servicios de Álava, teme que las nuevas restricciones afecten mortalmente a los negocios que representa. A través de una nota de prensa, los responsables de la asociación indican que el temor a posibles aglomeraciones por parte del Ejecutivo afectará al horario de cierre y a la actividad en el momento que muchos pensaban sólo en supervivencia.

Desde Aenkomer, siendo conscientes de la necesidad de establecer restricciones ante la evolución de la temida curva de contagios, trasladan la necesidad de cuantificar el impacto económico que estas medidas tendrán sobre el sector privado.

"En un momento en el que desde el Ejecutivo se está primando la salud sobre la economía de nuestras empresas, y siendo conscientes de que esto es una necesidad, es importante analizar el impacto económico de las restricciones y limitaciones a la actividad a implantar y definir las medidas paliativas que se ofrecerán al sector con carácter previo a la comunicación de las mismas. No se trata de permitir que se produzcan situaciones que puedan poner en riesgo nuestra salud, sino de ofrecer soluciones inmediatas al sector: todas las medidas restrictivas suponen pérdidas económicas que afectan a muchas familias y que, de algún modo, se deben paliar. Modelos como el alemán que garantizan un 75% de la facturación del mismo periodo del año anterior deberían ser tenidos en cuenta para garantizar la supervivencia del sector." añade Jon Aspuru, presidente de la asociación.

Resoluciones

Paralelamente, reclaman la liquidación de los expedientes resueltos positivamente pendientes de abono, así como rapidez en la tramitación y liquidación de la última línea de ayudas dirigida al sector hostelero por parte del departamento de turismo, comercio y consumo de Gobierno Vasco, así como de las ofrecidas por distintos ayuntamientos.

El subsector de alimentación traslada el riesgo de mayores aglomeraciones los días 5 y 6 de enero

Por otra parte, los subsectores de alimentación denuncian también el impacto del cierre de establecimientos comerciales a las 18 horas el día 5 de enero o de la apertura de las pastelerías, por ejemplo, a partir de las 9.00 horas el día 6 de enero. Esta reducción horaria puede provocar un efecto contrario al deseado al condensar las compras en un periodo menor de tiempo durante el día y favorecer la generación de colas en nuestras calles para adquirir el tradicional rosco navideño, tal como ha puesto de manifiesto el propio gremio de pasteleros alavés.