VITORIA. El mes que viene, la Diputación Foral de Álava dará inicio al proceso participativo inmerso en la estrategia Klima Araba 2050, que promete ser una "ambiciosa reinvención" del Plan Mugarri, aprobado en el año 2009 y cuyo periodo de vigencia concluirá en breves.

Así lo han hecho saber esta mañana el diputado foral de Medio Ambiente y Urbanismo, Josean Galera, y la directora del Departamento, Nati López de Munain, durante la presentación de este "paraguas que engloba las actuaciones de mitigación y adaptación al cambio climático".

Lo harán con la publicación de una encuesta que se dará a conocer mediante la plataforma online Survey Monkey. "Conocer la percepción de las y los alaveses es clave a la hora de elaborar acciones de sensibilización", ha recordado el responsable alavés de Medio Ambiente, al tiempo que añadía que se difundirá en escuelas, centros de formación, centros de trabajo, universidad y centros de mayores.

Durante su intervención, Galera ha demostrado también su deseo de que los jóvenes sean protagonistas de este proceso participativo, porque "esta estrategia va a hablar del futuro". Por eso, crearán el grupo de trabajo Gazte Focus Team, porque su intención es implicarles en esta estrategia.

LABORATORIO DE IDEAS

En este camino, han reiterado asimismo que otra de las novedades es la creación de un think tank (un laboratorio de ideas), compuesto por personas expertas de diferentes ámbitos que evaluarán y contrastarán el plan durante su desarrollo y tras su conclusión. "La aportación de este grupo de personas expertas nos permitirá garantizar la coherencia entre las políticas climáticas y los hallazgos científicos", ha resumido el diputado.

"Ya hemos hecho un análisis y pormenorización de cómo estamos ahora y cómo estaremos en el futuro si no cambiamos esta tendencia", ha anunciado además Galera, a cuya voz se ha sumado la de López de Munain, que ha destacado varias de las consecuencias que van a producirse como causa directa del cambio climático: el incremento gradual de las temperaturas, el aumento de días con temperaturas máximas extremas o el de las precipitaciones extremas, entre otras. Esto conllevará un mayor riesgo de inundaciones, más periodos de sequía, etc.

Concretamente, ha detallado que la información disponible apunta a temperaturas extremas (sobre todo en Rioja Alavesa), riesgo de inundaciones (con especial afección a Ayala), más periodos de sequía en Montaña Alavesa y la Llanada Alavesa, y más olas de calor en Vitoria.

"Las consecuencias se notarán en diferentes ámbitos; en la agricultura, puede haber desplazamientos de cultivos y pérdida de suelo fértil, en la salud nuevos vectores de enfermedades y en la biodiversidad, por ejemplo, pérdida de especies", augura la directora.

18 DÍAS DE OLAS DE CALOR

Los datos que han mostrado son "preocupantes", y desde la Diputación detallan que se prevé que la temperatura media en Álava pueda aumentar casi 4 grados para el periodo 2071-2100. "Podría llegar a haber 18 días al año con olas de calor y podrían duplicarse los días sin lluvia", han anunciado.

En el caso de Vitoria, esto podría conllevar el aumento del efecto de isla de calor urbana, así como en la cuadrilla de Ayala. "Estas previsiones deben servirnos de revulsivo, de estímulo, de incentivo. Son datos preocupantes que nos ayudan a entender que cuando hablamos de cambio climático, hablamos de nosotras y nosotros, de nuestras vidas, de nuestro territorio, de nuestro presente y de nuestro futuro", ha concluido el diputado.

En este sentido, ha informado de las líneas de trabajo de Klima Araba 2050, que pasarán por fomentar el autoabastecimiento para minorar la dependencia de fuentes exteriores, impulsar las energías limpias y renovables y un nuevo modelo de conectividad y movilidad que priorice las alternativas al vehículo privado.

Asimismo, "tendrán un papel muy importante las infraestructuras verdes, la multifuncionalidad de los ecosistemas y la conservación de la biodiversidad. No hay que olvidar la riqueza de la biodiversidad y los bosques de Álava, importantes sumideros de CO2, filtros de los contaminantes presentes en el agua o en el suelo y herramientas de control de las inundaciones. Nuestra biodiversidad y su conservación activa son también claves para adaptarnos al cambio climático", ha subrayado finalmente el diputado foral.