- Aunque en otras zonas las molturadoras de remolacha han anunciado que hoy lunes comienzan la recepción del tubérculo para comenzar el proceso de elaboración de azúcar y otros derivados, las instalaciones de Azucarera en el norte del país aguardarán algo más, según confirma a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA la Directora de Agricultura de AB Azucarera Iberia (AB Sugar-ABF Group), Salomé Santos.

Santos cuenta que "estamos en capilla porque se está aproximando la fecha de apertura. Hemos hecho ya las primeras muestras de precampaña y los resultados apuntan maneras. Parece que vamos a tener una buena campaña y así se veía también en un simple examen visual".

Para este cultivo, este ha sido un año agronómicamente bueno, no ha habido ataques de cercospora, que han hecho mucho daño en años anteriores. Y a esto se une que también ha habido una meteorología favorable, sin episodios extremos. Por ello, en Azucarera se confía en que éste sea un año de rendimientos superiores a la media de los últimos años. Y esto es importante para agricultores y empresa, porque contrasta con lo que está ocurriendo en el resto de Europa que, por el contrario, "ha tenido una sequía muy fuerte en el verano y además un ataque muy virulento del pulgón, que no han podido tratar, y por ello están estimando, en países de grandes productores como Francia o Alemania, pérdidas importantes de producción, con cálculos que la sitúan por debajo de la media de los últimos cinco años".

En cuanto a la fecha de apertura, está claro que la remolacha está evolucionando muy bien, pero las pruebas de precampaña "que hemos realizado esta última semana nos indican que a la remolacha le viene muy bien esperar un mesecito más en el campo, para que siga ganando en sacarosa y en kilos, lo que incrementa, por tanto, el rendimiento y, al maximizar la sacarosa, el beneficio para los agricultores y también para la fábrica", explica. En estos momentos, lo que se baraja en el caso de Miranda de Ebro es que la apertura se produzca en la horquilla de fechas entre las dos primeras semanas de noviembre, aproximadamente. Todo dependerá de las próximas muestras que se tomen y sobre todo de la meteorología, "para que podamos comenzar de una manera ordenada los arranques sin que haya dificultades de acceso a la parcela".

La directora de Agricultura comenta también las cifras de este año, destacando que el número de hectáreas que atenderá la fábrica de Miranda este año está cerca de las 2.500. En comparación con el ejercicio anterior ha habido una caída de superficie, localizada principalmente en Álava y en La Rioja que se confía recuperar el próximo año. En la zona de Trebiño en particular se ha mantenido la superficie. En cuanto a resultados de producción se espera superar las 100 toneladas por hectárea, ya que este año hubo un mayor control de la cercospora que el anterior y que las producciones van a ser buenas.

En Azucarera se está trabajando muchísimo, precisamente, en temas de innovación agronómica. La responsable de Agricutura cuenta que "en la zona de Miranda hemos estado trabajando con unos grupos operativos, tanto en la zona de Álava como en la de La Rioja, que lo que hacen es poner a trabajar sobre la misma mesa a las organizaciones agrarias, a los colectivos de esa zona, a los agricultores y Azucarera, a la industria y a las entidades que se dedican a investigación e innovación, como son Neiker en el caso de Álava, o AIMCRA, que es nuestro instituto en la zona de La Rioja y han estado trabajando de una manera muy activa en herramientas de predicción y control de la cercospora", que ha afectado sobre todo a la zona de La Rioja".

Los trabajos de investigación que se están llevando a cabo son numerosos y todos los implicados señalan que los resultados son prometedores, tanto en semillas como en labores en el campo. En términos de semillas, por ejemplo, hay ya dos variedades ensayadas y que se van a poder comercializar el próximo año. Son resistentes a la cercospora, y anticipan muy buenos resultados y muy buenas producciones. Y esto "ha sido gracias al esfuerzo que ha realizado el sector, empezando por las casas de semillas, siguiendo por los grupos operativos donde nos ponemos todos a trabajar y aportar para investigar y sacar adelante esos campos de ensayo, y los propios agricultores, que siguen apostando por el cultivo. Hay cosas novedosas que se van a poder utilizar de cara a la próxima siembra".

Azucarera también se apoya en otras empresas en sus trabajos de I+D+i para la mejora del cultivo. Santos señala que Azucarera ha seguido mejorando el visor a través de una empresa especializada en interpretar imágenes satelitales para el cultivo de la remolacha y dar información sobre la evolución de la curva de sacarosa. Y también facilita información desde la perspectiva de cuánto nitrógeno le hace fata a la explotación o qué estrés hídrico tiene y si hay que cambiar las pautas de riego, y de sanidad foliar.

En cuanto al beneficio que obtienen los agricultores por sus entregas, al margen de los problemas que acarreó la denuncia del Acuerdo Marco y que se encuentra pendiente del fallo de los Tribunales, Azucarera ofrece en la actualidad un modelo de contrato con los agricultores de carácter plurianual. Si el agricultor apuesta por sembrar durante tres años consecutivos el complemento que está vinculado al precio del azúcar es superior al del contrato anual. "Lo hacemos por dar estabilidad al sector, compartiendo más del complemento vinculado al precio del azúcar. Esto, por un lado. Además, tenemos lo que llamamos modelos de integración en donde compartimos con los agricultores el riesgo agronómico, haciendo una estimación de producción y una estimación de costes del cultivo y compartiendo los ingresos derivados de las producciones que hayamos estimado". De esta forma, "aspiramos a una mayor estabilidad, a que la relación con los agricultores sea duradera en el tiempo y vaya más allá que una sola campaña". El precio que paga la compañía es uno de los conceptos de los ingresos. Otro de ellos procede de la compensación comunitaria por cultivar de manera respetuosa con el medio ambiente. En este sentido, el hecho de que la Comisión Europea haya decidido apostar por la ecología, puede suponer un mejor rendimiento para los remolacheros y para la cantidad que reciben por el concepto de trabajo respetuoso con el medio ambiente.

Salomé Santos resalta que "está claro que la apuesta de la política agrícola común que entrará en vigor en la campaña 2022/2023 será como todo el mundo la denomina la PAC verde y ahí encaja como un guante el cultivo de la remolacha, porque la rotación es una de las prioridades de la PAC". Además, con la mejora de su presencia en la nueva PAC, la remolacha se convierte en un importante generador de empleo en zonas rurales.