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Carlos Vicente, un revulsivo que no es suficiente

Con su gol y sus internadas por la banda derecha, el maño aporta frescura a un Alavés que soñó con un punto tras el descanso

En imágenes: el Alavés cae ante el Real Madrid en MendizorrozaJorge Muñoz

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La frescura brindada por Carlos Vicente no fue suficiente para que el Deportivo Alavés obtuviera un punto al que, por momentos, se hizo acreedor con su empuje, entusiasmo y fases de buen juego.

El futbolista maño, de nuevo suplente en una temporada donde su figura se encuentra en tela de juicio, insufló energía a una escuadra vitoriana que se quedó finalmente con la miel en los labios. Gracias a sus cabalgadas y su chispa en la banda derecha, revolucionó al equipo en todas las facetas.

En el primer balón que tocó tras un perfecto envío de Antonio Blanco, Vicente hizo diana con un gol que fue validado con suspense por el VAR después de ser anulado en primera instancia por fuera de juego. Su frialdad a la hora de batir a un gigante como Courtois tras un excelente control subió el cuarto gol a su casillero de esta temporada, el primero de jugada ya que los tres anteriores llegaron de penalti.

Carlos Vicente martilleó la espalda del debutante Valdepeñas y el Alavés pudo incluso adelantarse en el marcador tras otro centro desde la derecha que Toni Martínez, desequilibrado por un leve empujón de Asencio, no pudo rematar en buenas condiciones.

Valverde, su sombra en el epílogo

Con la soga al cuello y su futuro pendiendo de un hilo, Xabi Alonso quiso protegerse en los minutos finales. El técnico tolosarra decidió taponar sin miramientos esa fuga de agua incrustando a su multiusos (Valverde) como lateral izquierdo. Por entonces, el vitoriano ya era un equipo sin excesivas fuerzas que no pudo tirar de épica para dar una alegría a su afición.

Coudet agitó el árbol con los cambios esperados tras el descanso. El técnico argentino cambió las dos bandas con la entrada de las piernas frescas de Vicente y Aleñá, y sacrificó a un mediapunta (Ibáñez) para meter un segundo delantero (Toni). El 0-1 obligaba a ello.

Tras el empate del maño, el segundo tanto visitante obra de Rodrygo fue un mazazo del que el Glorioso ya no pudo recuperarse. De hecho, en los minutos finales estuvo más cerca el tercero del Real Madrid que el empate de los babazorros, presos de agotamiento físico y mental al que se vio sometido por un rival muy necesitado de los tres puntos.

En imágenes: ¡Búscate en las gradas de Mendizorroza en el Alavés - Real Madrid!Jorge Muñoz

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El Alavés cometió pocos errores y firmó una actuación digna, pero ante rivales de este calado hay que rozar la perfección. La resistencia albiazul saltó por los aires mediada la primera mitad, aunque el Real Madrid ya había metido el miedo en el cuerpo mucho antes a la grada de Mendizorroza con aproximaciones claras al área de Sivera.

El plan de Coudet era reagruparse en defensa, mantener una férrea disciplina táctica, no dejar espacios al Real Madrid y buscar las contras, pero el conjunto vitoriano se vio cazado en una acción donde un rival tan talentoso como el merengue no suele perdonar.

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Tras una pérdida de Denis Suárez en la sala de máquinas y el equipo muy desajustado con Otto volcado en labores ofensivas, Mbappé dispuso de metros para correr en solitario, quebró a Tenaglia hacia su lado bueno y terminó ajusticiando a Sivera con el colmillo afilado que caracteriza al delantero francés.

A partir de ese instante, el Alavés perdió los miedos e inyectó mucha intensidad al partido para, al menos, pisar el área merengue con cierta insistencia. La escuadra albiazul llegó a empatar el encuentro por mediación de Carlos Vicente, pero finalmente tuvo que rendirse a la lógica ante la calidad de un visitante herido que, sin hacer nada del otro mundo, se llevó los tres puntos de Mendizorroza.