Segunda derrota consecutiva del Alavés B, que además cerró un fin de semana aciago en el que el primer equipo masculino y los dos filiales jugaron en casa pero ninguno de ellos pudo sumar ni un solo punto. A las derrotas del sábado del Glorioso en Mendizorroza ante el Sevilla y del Alavés C de Tercera RFEF ante el Pasaia, se sumó la del Miniglorias ante una Sociedad Deportiva Logroñés que se valió de un remate de cabeza de Bilal Kandoussi a la salida de un córner para asestar a diez minutos del final el golpe definitivo que acabó decidiendo el destino de los tres puntos.
Empezó el partido muy parejo de fuerzas, sin un dominador claro en el tramo inicial de una primera mitad de dominio alterno. El filial babazorro trataba de llevar la iniciativa, pero le costó alargar las posesiones ante el ímpetu defensivo de los riojanos. Estos, por su parte, dispusieron de las dos primeras ocasiones de cierto peligro, pero tras no culminarlas con sendos remates finales de Arman Lazkano, perdieron fuelle y los de Molo Casas lo aprovecharon para crecer en un primer tiempo en el que fueron de menos a más, pero les faltó clarividencia en ataque. Una falta lateral en el último minuto del periodo fue lo más peligroso de los vitorianos, a los que esta vez lo que les faltó fue precisión en el remate.
MISMO GUIÓN Y CASTIGO FINAL
El combate nulo de la primera mitad dio paso a un segundo tiempo que empezó por los mismos derroteros. Movieron piezas buscando gol ambos técnicos en el minuto 58, dando entrada Molo Casas a Aimar González de Heredia y haciendo lo propio Adrián Cantabrana, que en el intermedio ya había hecho un relevo, a Bilal Kandoussi, cuyo concurso en el duelo acabaría resultando decisivo. En las filas albiazules, luego se incorporaron Iván Garrido e Izei Hernández.
A partir de ahí, el carrusel de cambios sumió el partido en algo más próximo a una partida de ajedrez que a un toma y daca futbolístico. Con el paso de los minutos los corsés tácticos se fueron descosiendo cada vez más, pero una cosa era aproximarse al área y otra muy distinta convertirlo en una ocasión de gol merecedora de ser llamada así. Lo más peligroso fue un remate de cabeza del visitante Sergio Gil, al que la zaga albiazul molestó lo suficiente para que no pudiera dirigirlo entre los tres palos de un Grego Swiderski que iba resolviendo bien el poco trabajo que tenía.
Se entró en el último cuarto de hora con solo dos escenarios posibles, o que los guarismos iniciales resultaran inamovibles, o que uno de los dos sacara petróleo de alguna llegada y obligara al otro a un final a la desesperada buscando restablecer las tablas. Y fue esto último lo que sucedió, con la moneda saliendo cruz en ambos casos para el Alavés B. A diez minutos del final, los riojanos forzaron un córner, colgaron el balón al área y en la frontal de la pequeña apareció por encima de todas las cabezas la de Bilal Kandoussi para mandar el balón a las mallas.
Como rezaba el guion, no le quedó otra al Miniglorias que irse arriba con todo tratando de rescatar un punto. Molo Casas agotó el capítulo de sustituciones con las entradas de Ander Sánchez y Dennis Rufo. La mayor mordiente ofensiva del equipo a punto estuvo de dar frutos ya en el tiempo de añadido, pero la suerte resultó esquiva por partida doble en el remate que primero se fue al larguero y que, en el rechace posterior, se topó con una gran parada de Kike Royo cuando en Ibaia ya se cantaba el empate que finalmente no llegó.