Iñigo Pérez, un alumno aventajado
El joven discípulo de Bielsa e Iraola ha arrancado su carrera como técnico de forma meteórica, ha impulsado al rayo y es ya objeto de deseo de clubes más poderosos
El Deportivo Alavés regresará a la competición el próximo sábado con el duelo ante el Rayo Vallecano en Mendizorroza a partir de las 18.30 horas, un choque de máxima exigencia para los gasteiztarras ante una de las revelaciones de la presente temporada.
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El conjunto de Vallecas, pese a ser uno de los clubes más humildes de Primera División, se encuentra en estos momentos peleando por estar en la próxima temporada en competición europea y el principal responsable de ello es su entrenador Iñigo Pérez.
El preparador navarro está protagonizando un meteórico inicio de su trayectoria al frente de los banquillos y en su primera experiencia como entrenador principal ha sorprendido a propios y extraños al conseguir exprimir al máximo el potencial de su plantilla.
A su regreso a Vallecas se encontró con prácticamente los mismos jugadores, pero hundidos moralmente
El pamplonés llego al conjunto madrileño en el verano de 2022 como segundo entrenador de Andoni Iraola, a quien conocía de su etapa como futbolista en el Athletic Club. Esta etapa duró poco, ya que un año después su mentor se marchó al Bournemouth de la Premier League inglesa, momento en el que a Iñigo Pérez le surgió la primera oportunidad para convertirse en entrenador principal, ya que el club le propuso suplir a Iraola en el cargo para darle continuidad al proyecto.
Con sólo un año de experiencia como entrenador asistente a sus espaldas desde su retirada como futbolista, el navarro lo vio demasiado precipitado y decidió irse con Iraola al Bournemouth como segundo entrenador. Sin embargo, estaba destinado a dirigir al Rayo.
El Reino Unido no le concedió el permiso para trabajar allí por su falta de experiencia y, tras pasar parte de la temporada yendo y viniendo y dejándose ver en las gradas del Vitality Stadium sin la ropa del club, le surgió la segunda oportunidad para entrenar al Rayo Vallecano tras la destitución de Francisco en febrero de 2024, y esta vez sí aceptó.
A su regreso a Vallecas se encontró con prácticamente los mismos jugadores que había dirigido junto a Iraola, pero hundidos moralmente y con la amenaza del descenso a Segunda División. Pues bien, logró levantar el ánimo de ese vestuario, recuperar el vistoso y efectivo fútbol que habían practicado un año atrás y salvar la categoría.
Tras el verano, los buenos resultados se mantuvieron y a falta de diez jornadas suma ya casi tantos puntos (37) como toda la temporada pasada (38).
Esa capacidad de trabajar el aspecto mental es uno de los rasgos característicos de Iñigo Pérez, que puso mucho énfasis en ello en su regreso a Vallecas y ha conseguido que el buen ambiente y la resiliencia mental reinen en el vestuario, algo que quedó probado en el choque de ida contra el Alavés, en el que se impusieron por 1-0 pese a jugar con un futbolista menos desde el minuto 22 por la expulsión de Mumin.
Durante su etapa como futbolista ya descubrió la importancia de la psicología cuando tuvo que regresar al Athletic de una cesión en el Mallorca por un cuadro de estrés y como entrenador está cuidando mucho ese aspecto, algo que se nota en la enorme confianza con la que juegan sus futbolistas, sin miedo a cometer errores.
BIELSISTA Y POETA
Además del mencionado incidente que tuvo en Mallorca, Iñigo Pérez también pasó un momento delicado como jugador en el Athletic, cuando en el verano de 2011 Marcelo Bielsa llegó al club y decidió apartarlo junto a otros jugadores de la plantilla que no contaban para él. Sin embargo, el navarro no se dio por vencido y terminó ganándose la confianza del técnico argentino para estar al menos entre sus suplentes predilectos.
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De hecho, ambos terminaron entablando una estrecha relación de amistad y en las elecciones presidenciales del Athletic en 2022 uno de los candidatos, Iñaki Arechabaleta, acordó que Bielsa sería el entrenador con Iñigo Pérez como asistente en caso de ser elegido presidente, algo que finalmente no ocurrió.
Es el segundo entrenador más joven de Primera División por detrás de Claudio Giráldez (Celta de Vigo)
Pese a ello, la influencia del Loco se vislumbra en la forma de jugar del Rayo Vallecano, un equipo valiente, que presiona con su línea adelantada y que busca constantemente la portería rival siempre que tiene la oportunidad de correr y ser vertical.
Sus laterales, Ratiu y Pep Chavarria, acostumbran a llegar constantemente al área rival y las posiciones de los atacantes se difuminan. Además, sus futbolistas no tienen miedo de combinar y pocas veces rifan el balón, algo que a veces les lleva a cometer errores, pero es parte de su juego.
En cualquier caso y como el propio técnico ha afirmado en más de una ocasión, no es ni Bielsa ni Iraola, es Iñigo Pérez. El segundo entrenador más joven de Primera División por detrás de Claudio Giráldez (Celta de Vigo), cuyos excelentes resultados lo han colocado ya en la órbita de otros equipos como Osasuna.
Teniendo en cuenta que termina contrato este verano y aún no ha renovado, es una opción muy atractiva para muchos clubes y Vallecas empieza a quedársele pequeño.
Si se marcha, seguro que lo hace con poesía, una de sus aficiones, como lo ha hecho en otras ocasiones. “Hoy lo que sea que soy, es gracias a este tiempo fuera de mi hogar. Vuelvo a casa, entro en el “Reino de Navarra” proveniente de los “Campos de Castilla” porque soy un “caminante que hace camino al andar””, escribió al marcharse del Numancia.
Poesía fuera de los terrenos de juego y poesía dentro de ellos, donde su Rayo Vallecano juega a las mil maravillas.