Kike 'superstar' en el Benito Villamarín

Kike García fue el líder de una gesta que permitirá al Deportivo Alavés acabar la jornada fuera de los puestos de descenso. Tres goles –uno de penalti, otro con la zurda y un último de cabeza– marcó el manchego para conquistar un Benito Villamarín que solo pudo rendirse ante su actuación (1-3) y en el que Eduardo Coudet consiguió su primer triunfo como entrenador babazorro. 20 son ya los puntos en el casillero albiazul.

No hubo sorpresas en el once inicial del entrenador argentino. Ander Guevara y Tomás Conechny reemplazaron a los lesionados Joan Jordán y Carlos Martín, repitiendo así la disposición que tanto le complicó la tarde al Girona desde el minuto 30 del último partido. Lo que sí podía esperarse, y no ocurrió, fue que Santi Mouriño volviera a formar pareja de zaga con Abdel Abqar. El Chacho prefirió dar continuidad ahí a Moussa Diarra. 

La contienda comenzó con susto. Vitor Roque cogió la espalda a la retaguardia del Alavés y, cuando estaba a punto de probar a Jesús Owono, apareció Abqar para impedir su remate. Un mano a mano que metió el miedo en el cuerpo a los babazorros, pero que no les desconcentró. Más bien lo contrario. Replegados atrás, no renegaron de salir al contragolpe cuando tuvieron ocasión y una de esas respuestas les permitió adelantarse. 

El protagonista fue Kike García. Recibió a 40 metros de la portería bética, se echó el balón en largo y, para sorpresa del Villamarín, le ganó la carrera a Marc Bartra. En el intento de recomponerse, el central local cometió penalti y el manchego no perdonó (0-1, min. 11). Esa historia se repitió minutos más tarde, esta vez con el trencilla desestimando la pena máxima tras haberla señalado. Tenía que haber prevalecido su primera decisión.

Después de ese rearbitraje sin sentido, pues contacto hubo y llevar la acción a la cámara lenta desvirtuó la realidad, se pasó del posible 0-2 al 1-1. El Alavés defendió mal la respuesta a un córner a favor, el Betis consiguió otro y fue Jesús Rodríguez quien puso las tablas a través de un disparo raso desde la frontal. Entró llorando la pelota, tocando incluso en el palo, pero poco pudo hacer Owono, sin visión hasta que ya la tuvo encima. 

Así, con el empate en el electrónico, se llegó al ecuador del encuentro en el feudo verdiblanco. Y los albiazules tomaron rumbo al túnel de vestuarios satisfechos por su actuación hasta ese momento. Los locales apenas les habían creado peligro –empataron en su primer tiro a puerta– y pusieron en apuros a Adrián San Miguel en más de una ocasión. La más clara, más allá del penalti que supuso el gol, la tuvo Nahuel Tenaglia.

OWONO Y KIKE DECIDEN

Ya en el segundo tiempo, Hernández Hernández volvió a ser protagonista para, esta vez, expulsar a Romain Perraud. No hubo dudas. El francés derribó a Carlos Vicente, asistido por Owono en largo, siendo el último hombre. Desde ese instante, el reto para el Alavés fue aprovechar su superioridad numérica, lo cual no había hecho en encuentros previos con esa condición. Quedaba más de media hora por delante en el Villamarín.

Para dar mayor puncha su equipo, Coudet dio entrada a Toni Martínez en lugar de Antonio Blanco, retrasando a Guridi al doble pivote para formar un 4-4-2. Poco después también entraron Carlos Protesoni (Guridi) y Stoichkov (Conechny). Y esos tres cambios permitieron al Glorioso achuchar al Betis. Entremedias, eso sí, hubo un nuevo susto: mal pase de Abqar atrás que cazó Isco y que, en el mano a mano, salvó Owono in extremis.

Fue el Alavés, sin embargo, quien rompió el empate. Y de nuevo con Kike como artillero. El manchego recibió dentro del área y su potente zurdazo sorprendió a Adrián (1-2, min. 80). Pero ahí no acabó su recital. Minutos después, el obrero del gol volvió a enviar el balón al fondo de la red, certificando su primer hat-trick con la zamarra albiazul y también la victoria del Glorioso, que acabará la jornada fuera del descenso (1-3, min. 84).