No quedan palabras ni calificativos que puedan definir la trascendencia de Kike García en el Deportivo Alavés. El principal artífice de la tan ansiada victoria lograda en Benito Villamarín no fue otro que 'el obrero del gol', a quien le viene como anillo al dedo el apodo que se ha labrado a lo largo de una carrera futbolística marcada por su disciplina y su capacidad de no dar ningún balón por perdido.

Por fin llegó la ansiada victoria en la 'era Coudet'. La misma que perseguía con ahínco el conjunto vitoriano desde el pasado 1 de noviembre, fecha del último triunfo liguero de la escuadra vitoriana. El equipo babazorro vuelve a sonreír y dormirá fuera de los puestos de descenso con los que afrontó la visita al Betis.

El manchego fue el autor de los tres goles que certificaron el triunfo ante el Betis. Y lo hizo, además, exhibiendo el abanico de registros y recursos propios de un delantero de élite. El primero lo hizo a los diez minutos del encuentro, tras batir desde los once metros a Adrián.

De hecho, fue un penalti provocado por él mismo tras una acción en la que ganó en la carrera a Bartra y en la que fue imposible robarle el balón. Y es más, Kike García forzó un segundo penalti que, eso sí, Hernández Hernández no señaló tras ver la pertinente revisión en el monitor VAR desplegado en el feudo sevillano, aunque en la imagen se evidenció cómo el propio Bartra golpeó con su pie en el tobillo de Kike.

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Las mejores imágenes del triunfo del Alavés en el Villamarín E.P. /Área 11

En cualquier caso, Kike García no dejó de trabajar en la pugna con los centrales y selló su titánica actuación con dos tantos en el epílogo. Cuando el Glorioso llevó la batuta tras verse en superioridad numérica debido a la expulsión de Perraud, Coudet hizo una brillante lectura de partido y dio entrada a más argumentos ofensivos como Toni Martínez y Stoichkov. Esto le vino de perlas al Alavés, pues poco a poco fue llevando al anfitrión hacia un terreno más incómodo en el que tuvo que emplearse en tareas defensivas.

Quemadas todas las naves, Kike García, en el minuto 80, puso el ansiado 1-2 tras definir de volea con su pie izquierdo dentro del área, liberando así toda la tensión del banquillo con su formidable definición. Pero Kike es insaciable y dio la puntilla en el 85' con un testarazo imparable para el meta verdiblanco con el que, por fin, el Deportivo Alavés certificó el triunfo y dio un golpe sobre la mesa. Y es que el Betis no había perdido en su feudo desde el pasado 23 de diciembre y donde equipos como el Atlético de Madrid y el Barcelona se dieron de bruces.

Gesta para la historia

Además, la soberbia actuación de Kike García le permite entrar en la historia del Deportivo Alavés. Es evidente que el veterano ariete de 35 años disfruta del fútbol como si acabara de empezar.

Los últimos hat-tricks de futbolistas babazorros en Primera División han sido obra del propio Kike, Ibai Gómez (en Montilivi, en 2017, en un encuentro que marcó un antes y un después en el devenir del Glorioso en la lucha por la permanencia) y, por último, Nené ante el Getafe, en 2005.

Curiosamente, Kike García firmó su primer hat-trick en la máxima categoría ante el Alavés en 2021, cuando lucía la elástica del Eibar y tantos quebraderos de cabeza generó a retaguardias como la albiazul.

En definitiva, Kike García es historia viva de la entidad del Paseo de Cervantes no solo merced a sus dianas, sino también a su insaciable gen competitivo y trabajador que le ha granjeado el mayor de los cariños por parte de la afición albiazul.

Más allá de la actuación individual de Kike García, el mejor del encuentro en Heliópolis, lo cierto es que el Deportivo Alavés ofreció una versión solvente, madura y con la que apenas sufrió ante un rival de talla 'Conference'. El Glorioso no concedió apenas ocasiones al equipo rival y, en sus fases con balón, supo mostrarse paciente en busca de la mejor solución en el último tercio.

Y, como viene siendo habitual en los últimos tiempos, el 'Chacho' Coudet encontró en Kike García a su baza ofensiva. No es casualidad que el manchego sea el máximo goleador del equipo con sus siete dianas, sin las cuales el Glorioso probablemente se vería inmerso en una situación clasificatoria mucho más delicada.