El Deportivo Alavés no estará solo en su complicado duelo frente a Osasuna en El Sadar (18.30 horas).

Ni el frío ni la lluvia han frenado a la afición babazorra, que ha teñido de albiazul las calles más emblemáticas de Pamplona desde primeras horas de la mañana.

La buena sintonía entre ambas hinchadas ha convertido el derbi en una fiesta deportiva, con un ambiente de hermandad que ha marcado la jornada dominical pese a las adversas condiciones climatológicas.

De los 1.516 aficionados inscritos para acompañar al Glorioso, solo 200 afortunados lograron hacerse con una de las entradas destinadas a la grada visitante.

Sin embargo, decenas de seguidores albiazules se han desplazado igualmente para presenciar el encuentro desde otras zonas del estadio, dejando claro su apoyo incondicional al equipo en el trascendental choque frente a Osasuna, que constituye por cierto el estreno de Coudet en el campeonato doméstico al frente del Deportivo Alavés.