Borrón y cuenta nueva. El 'Chacho' Coudet, tras la derrota sufrida en Copa el pasado jueves, pone el foco en lograr el ansiado punto de inflexión frente a Osasuna. El técnico argentino es consciente de que el conjunto rojillo no será un rival fácil de batir, pero confía en la "predisposición" mostrada por el vestuario en las últimas horas.
Además, Coudet podrá contar con Hugo Novoa, quien regresa tras perderse los últimos diez partidos de liga por molestias físicas. "Ha comenzado a entrenar con el grupo y entrará en la lista, pero no creo que esté para iniciar el partido", señaló el preparador babazorro, quien también aclaró que la ausencia de Abqar en Copa fue una decisión programada "antes de nuestra llegada".
Énfasis en el trabajo mental
Después de una semana convulsa, marcada por la destitución de Luis García, el lunes, y la eliminación copera del jueves, el cuerpo técnico de Coudet ha centrado sus esfuerzos en reforzar el ánimo del vestuario. "El equipo está bien", aseguró. "Todo ha sido muy rápido para la afición y los jugadores. Nos hemos enfocado más en la parte mental", añadió el entrenador, optimista porque la próxima semana podrá trabajar "con las cargas y los conceptos que queremos implementar".
Al ser cuestionado por su análisis del debut en el banquillo babazorro, Coudet evitó achacar la derrota únicamente a la mala dinámica. "He visto los resúmenes de los partidos de Copa y ninguno generó tanto como nosotros. Achacarlo solo a la dinámica sería una excusa, pero estas cosas pasan en el fútbol. No es magia; tenemos una gran plantilla, pero esto sucede", explicó.
En el encuentro contra la Deportiva Minera, el rival aprovechó al máximo su eficacia con tres disparos a puerta y dos goles, un nivel de efectividad que no tuvo el Alavés. "No va a pasar todos los días que Toni llegue solo ante el portero y se resbale", recordó Coudet, quien también subrayó que "todos los goles son evitables".
El estreno en Copa dejó entrever pinceladas del modelo de juego que el técnico argentino busca instaurar. No obstante, Coudet insistió en que "todo lleva su tiempo". El 'Chacho' pretende implantar un estilo más combinativo con el balón y arriesgado en la presión tras pérdida, aunque admitió que los errores en la toma de decisiones son inevitables mientras se desarrollan los automatismos. "Me quedo con la intención", sentenció.
Durante buena parte de su comparecencia, el entrenador destacó la actitud de sus jugadores. "Tengo confianza en ellos. Han estado tocados, pero veo que quieren. Vamos a implementar la idea que tengo en mente y estoy convencido de que saldrá bien. El equipo está con ganas", afirmó.
Osasuna, tercer mejor anfitrión
El tiempo apremia y El Sadar se presenta como el escenario idóneo para revertir la dinámica negativa. "Tengo mucha fe en que las cosas saldrán bien. Hay que cambiar ya la dinámica y que sea mañana", recalcó Coudet, quien dijo que "ojalá el partido ante Osasuna sea el punto de partida" ya que "somos conscientes de la necesidad".
Advirtió, además, sobre el "juego directo muy trabajado" de Osasuna. "Más allá del entrenador, mantienen patrones claros. Será un partido muy duro, un derbi, y más allá de la amistad, hay que ganar", subrayó.
Entre las posibles variaciones tácticas respecto a Luis García, Coudet dejó entrever su interés por alinear a dos delanteros. "Me adapto a lo que tengo, no es una cuestión de sistemas. En un mundo ideal y con tiempo de trabajo, podría ser con dos puntas, pero podemos jugar de diferentes maneras. Todo parte del balón. Busco un equipo agresivo en la recuperación y asociativo con el balón. A veces se logra, otras no, pero alcanzaremos esa idea", concluyó.