No hubo sorpresas de última hora en las oficinas de Mendizorroza. Con la sensación de los deberes bien hechos, el Deportivo Alavés cerró este viernes el mercado de fichajes después de una jornada que tuvo como principal y única novedad la salida de Nikola Maraš. El defensor serbio puso rumbo al Sporting de Gijón, de LaLiga Hypermotion, en calidad de cedido y se convirtió así en el último movimiento de los babazorros en la ventana estival.

Maraš, precisamente, se unió así a una lista de bajas que, como ha manifestado Luis García Plaza en varias ocasiones, es “más extensa” de lo que al club le hubiera gustado, pues implica “volver a empezar” en muchos sentidos. En total, el Glorioso ha asumido más de diez despedidas a lo largo de este verano; algunas esperadas, como las de los cinco cedidos (Rafa Marín, Álex Sola, Ianis Hagi, Giuliano Simeone y Samu Omorodion), y otras no tanto.

Las de Javi López (Real Sociedad) y Luis Rioja (Valencia), por ejemplo, podrían preverse, tanto por la falta de interés del primero en renovar como por los continuos rumores sobre el segundo; pero la salida de Rubén Duarte (Pumas) sí que ha sido una sorpresa. A los tres citados también se han unido Andoni Gorosabel (Athletic), Maraš (Sporting), Xeber Alkain (Eibar), Joaquín Panichelli (Mirandés) y varios del Miniglorias.

Asimismo, el club babazorro ha hecho caja con diferentes futbolistas que, pese a no contar con ellos, sí que eran de su propiedad o, como mínimo, albergaban cláusulas beneficiosas. Este ha sido el caso de Miguel de la Fuente, y también de Mamadou Sylla, Ermedin Demirovic, Ramón Miérez o José Luis Rodríguez. Merece mención, por otro lado, la venta del juvenil Iván López, quien puso rumbo a la cantera de la Juventus

NUMEROSAS ENTRADAS

Tal número de salidas, como es lógico, ha provocado -y permitido a la vez- que el Alavés haya sido uno de los clubes más activos de LaLiga en cuanto a incorporaciones. La portería es la única posición que no ha sufrido cambios, lo cual ha sido una gran noticia en vista del sobresaliente nivel de Antonio Sivera; y, ya para la retaguardia, han llegado a Vitoria cuatro futbolistas: Hugo Novoa, Santiago Mouriño, Moussa Diarra y Manu Sánchez.

A todos ellos se unirá en enero, tras finalizar su contrato con Colón, Facundo Garcés; y, aun no siendo un fichaje, sí puede catalogarse como tal la vuelta de Aleksandar Sedlar, cuya actuación ante el Real Betis, casi diez meses más tarde de romperse la rodilla, invita al optimismo. Es decir, la escasez de efectivos que había atrás ya no existe, menos aún si en el filial albiazul aguarda otro proyecto interesante como lo es Adrián Pica.

La sala de máquinas, por su parte, es la zona del campo que menos cambios ha sufrido este verano, a excepción de la portería. A la continuidad, que es un éxito rotundo, de Ander Guevara, Antonio Blanco, Jon Guridi y Carlos Benavídez se ha sumado la cesión de Joan Jordán, dispuesto a reivindicarse después de dos años difíciles en el Sevilla. Y la polivalencia de los refuerzos que se han firmado para el ataque también puede ser útil ahí.

En la vanguardia, justamente, hay seis caras nuevas y solo dos de ellas (Toni Martínez y Asier Villalibre) tienen su puesto muy marcado. Mientras que ambos pelearan por minutos en la punta de lanza; Luka Romero, Tomás Conechny, Stoichkov y Carlos Martín deberán ir adaptándose a las necesidades de Luis García. Tal versatilidad arriba ha convertido al Alavés en una escuadra bastante impredecible para sus rivales.