La última derrota del Miniglorias en su visita al Izarra por 1-0 ha aumentado la preocupación en Ibaia. El equipo dirigido por José Manuel Aira, actualmente quinto clasificado en el segundo grupo de 2ª RFEF, se halla inmerso en su peor racha de la temporada y las sensaciones son las más inquietantes en lo que va de temporada. 

De hecho, el Alavés B tan solo ha sumado una victoria y dos empates en los últimos siete compromisos. Un pobre balance que complica su candidatura al play off por el ascenso, objetivo que ya se vio frustrado la pasada campaña tras una buena trayectoria en la liga regular.

Y eso que el Alavés B está consolidado entre los cinco primeros clasificados desde el pasado mes de noviembre. En concreto, el filial no ha caído de los puestos de privilegio desde la 13ª jornada. Sin embargo, la renta adquirida respecto al sexto clasificado se ha esfumado y, en la actualidad, el equipo vitoriano está igualado a puntos con el Deportivo Aragón, el filial del Zaragoza.

Además de que las prestaciones del colectivo no han evolucionado desde el comienzo del año, lo cierto es que la fortuna tampoco ha favorecido los intereses gasteiztarras. 

En las últimas siete jornadas, el Alavés B ha finalizado en inferioridad numérica los enfrentamientos ante el Bilbao Athletic, Gernika y Real Sociedad. Tan solo en este último derbi, el filial vitoriano pudo rescatar un empate después de protagonizar un titánico esfuerzo al reponerse de un 1-0 y de un 2-1 poco antes del pitido final.

Las lesiones en dos posiciones críticas como el central y el pivote han motivado que Aira deba tirar de jugadores más inexpertos en Segunda RFEF. Las ausencias de Mariano y Keller, dos canteranos consolidados en el filial desde hace tiempo, han obligado a adaptarse de manera exprés a jóvenes procedentes del juvenil. 

La falta de contundencia en las dos áreas también ha condicionado al filial en las jornadas precedentes. En los últimos años, el Alavés B era una máquina de generar ocasiones en el área rival y fue capaz de solventar la falta de madurez con el paso de las jornadas. 

Esperando al mejor Julen Jon

Sin embargo, los de Aira no están siendo capaces de mantener la solvencia en tareas defensivas y tampoco han encontrado la fórmula para merodear con más peligro el área rival pese a la inspiración de Unai Ropero a nivel goleador.

Julen Jon Guerrero, el nombre propio del mercado invernal del Alavés, tampoco ha vivido una fácil entrada en los esquemas del filial. El prometedor centrocampista arrastró en su llegada a Vitoria unas molestias en el tobillo que le impidieron sumar minutos desde enero. Su rol, de momento, no va más allá de un papel de revulsivo en las segundas partes. 

Ahora bien, el contexto de Ibaia es, a priori, el más indicado para que Guerrero recupere las sensaciones mostradas en el Amorebieta. Allí, alejado de los focos, el bilbaíno se adaptó de inmediato al conjunto de Urritxe y gozó de protagonismo en la consecución del ascenso a Segunda con cinco dianas en 18 encuentros.

La calidad individual del grueso de la plantilla albiazul, eso sí, sigue fuera de toda duda. A la vista está la confianza mostrada por las altas esferas en promesas como Maroan Sannadi, Unai Ropero, Víctor Parada y Gaizka García. Todos ellos, destacados en el filial, han renovado recientemente su vínculo contractual con el Deportivo Alavés y constituyen el futuro de un club que aspira a que muchos jóvenes den el salto al primer equipo.