El Deportivo Alavés salió airoso anoche de la exigente visita al Benito Villamarín. El conjunto vitoriano, a base de un derroche físico inconmensurable en las tareas más farragosas, sumó un valioso empate para su zurrón y aumentó a la postre la distancia respecto a la zona roja a los once puntos.

El pujante Glorioso no titubeó en el feudo de Heliópolis. El escenario, de alta tensión por el reciente tropiezo del Betis en Conference League, obligó a la escuadra vitoriana a mantener la calma frente a un equipo con ganas de resarcirse. Por desgracia para el anfitrión, los pupilos de Luis García se ciñeron al plan establecido y, pese a no acaparar el balón durante largos tramos del encuentro, supieron contener el volcánico juego ofensivo del Betis. 

La solidaridad de los guerreros albiazules contuvo la técnica individual de futbolistas como Abde, Fekir y Fornals, quienes vivieron una noche aciaga ante el muro babazorro. Los arietes verdiblancos dieron señales de desesperación ante las constantes ayudas de la retaguardia albiazul, que no dio respiro a los volcánicos atacantes. 

El Alavés no tembló ante un anfitrión que se volcó en ataque. Como es lógico, el Betis obligó al equipo vitoriano a luchar a conciencia en su propio área y, tras el descanso, Antonio Sivera se erigió como un guardameta de muchos quilates. El de Jávea detuvo el remate franco de Juan Miranda y poco antes del desenlace también despejó con la yema de los dedos otro disparo medido de Bakambu.

Defensa inexpugnable

Rafa Marín y Abdel Abqar, dos noveles en la máxima categoría, se mostraron soberbios ante un rival de máxima exigencia. Los jóvenes centrales manejaron a su antojo al veterano Chimy Ávila y construyeron los cimientos de un muro infranqueable. Además, el nivel de atención del Alavés en las segundas jugadas fue excelente y ninguno de los elegidos por Luis García se fue del guion establecido. 

Eso sí, el Alavés no se limitó únicamente a trabajar en defensa. Los vitorianos fueron conscientes de que su momento en ataque iba a llegar. De hecho, el equipo dirigido por Luis García provocó varias situaciones de contragolpe para generar peligro a través de las eléctricas carreras al espacio de Samu Omorodion y Kike García. El Glorioso generó una sensación de amenaza en sus llegadas a la meta de Rui Silva y fue capaz de acabar el partido en el área rival. Un mérito añadido.

Es cierto que la de anoche no fue la jornada más acertada del Alavés en el último cierto y que se echó en falta una pizca de precisión en el último pase, pero el conjunto babazorro volvió a mostrar una versión reconocible y cada vez más madura lejos de Mendizorroza. 

Trasladar las buenas sensaciones a los exámenes como visitante era sin duda una de las asignaturas pendientes del equipo en la segunda vuelta. Por el momento, el balance de resultados fuera de Vitoria es excelente. En este 2024, los de Luis García han empatado en las visitas a la Real Sociedad y Betis y han logrado dos victorias titánicas frente al Sevilla y el Almería.

En consecuencia de la evolución mostrada tras la vuelta de vacaciones, el Deportivo Alavés cuenta con un valioso botín de 28 puntos y una ventaja de once créditos respecto al Cádiz. Una suma que permite afrontar las semanas sin agobios en términos clasificatorios y, sobre todo, el equipo volvió a refrendar con puntos la sensación de madurez mostrada sobre el verde.