Al repasar las últimas actuaciones del Deportivo Alavés en Liga, es imposible no destacar la figura de Álex Sola (Donostia, 1999). Ante el Barça y el Villarreal, el atacante guipuzcoano fue un auténtico puñal por la banda derecha, desarticulando por completo a los defensores rivales, y demostró así que el bajón sufrido a finales de año ya es cosa del pasado. Ahora, su objetivo es mantener su gran estado de forma para ayudar al conjunto babazorro a certificar su deseada permanencia en la máxima categoría.

Qué estado de forma en las últimas jornadas. Está imparable. 

La verdad es que sí. Tuve un bajón a finales de año, entre noviembre y diciembre, pero con trabajo y entrenamientos he conseguido darle la vuelta y llegar a este punto, en el que estoy pasando por un muy buen momento. He recuperado esas sensaciones con las que vine a principio de la temporada.

¿Qué ha cambiado para volver a verle al nivel del comienzo de curso?

Bueno, yo creo que las temporadas van por etapas. Hay épocas en las que tienes más ideas y estás más rápido y otras en las que estás más decaído, que es por la que he pasado. Lo importante es recuperar la confianza, y en eso me ha ayudado mucho el apoyo del míster y el resto de compañeros. 

¿Ha influido en ese proceso la llegada de Carlos Vicente?

Diría que no. Nos llevamos genial, me parece un jugadorazo y es evidente que es bueno para el grupo que exista esa competencia, pero creo que el bajón fue un tema mío exclusivamente. No me sentía tan bien en el apartado físico y eso, para un futbolista de mis cualidades, es condicionante. Lo positivo es que, como he dicho, le he podido dar la vuelta.

Visto lo que puede ofrecer como extremo, resulta extraño que la Real Sociedad insistiera en su faceta de lateral.

Ya, son puntos de vista. La Real quería que aprovechara mi potencia para llegar desde atrás, aunque luego me costara más en labores defensivas. A mí, sinceramente, me da igual jugar de extremo o de lateral; soy un futbolista de banda y disfruto ambas posiciones. 

Disfruta de una y otra, pero se siente más cómodo en demarcaciones más avanzadas, ¿no?

Sí, eso es evidente. Mis cualidades, más de atacante que de defensor, hacen que me vea mejor como extremo.

¿Qué valor está teniendo su paso por el Alavés?

Me lo he tomado con mucha exigencia desde que llegué, pues así lo requería el reto del club. Vine con la permanencia entre ceja y ceja y, pese a que todavía no podemos relajarnos, considero que vamos por muy buen camino. También está siendo, eso sí, un año de aprendizaje, al igual que lo fue el de mi cesión al Numancia. Cada paso que doy en mi carrera me hace mejor jugador.

Álex Sola durante la victoria frente al Cádiz en Mendizorroza Alex Larretxi

Vino a Mendizorroza para recuperar sensaciones.

Así es. Las últimas temporadas en la Real habían sido duras tanto por las lesiones de rodilla como por la poca participación. Era consciente de lo fuerte que era la competencia, pero no me sentía futbolista y tampoco tenía confianza. Llegué aquí para eso.

Teniendo en cuenta esa competencia que menciona en la Real, ¿se ha planteado seguir en Vitoria?

Estoy muy a gusto en Alavés, pero lo primero es lo primero. Hay que certificar la salvación, acabar el curso y luego ya se verá. Yo, al tener contrato con la Real, tendré que volver a Donostia.

¿Ha habido algún contacto con el club txuri-urdin para hablar sobre su futuro?

No pienso en nada que no sea el Glorioso, la verdad. Ni siquiera tengo en la cabeza lo que pueda pasar la próxima semana. Lo único importante para mí es el partido contra el Real Betis.

¿Qué espera, en lo personal, de los próximos meses?

Quiero seguir en esta línea y, por qué no, hacer más números. Ya lo he dicho alguna vez; opino que, por mis características y mi manera de jugar, debería aportar más goles y asistencias al equipo.

¿Cómo es jugar con una medular de buen trato de balón como la del Alavés?

La realidad es que muchos equipos deberían envidiar nuestro centro del campo. Todos sus integrantes son espectaculares, saben muy bien lo que tienen que hacer y el resto nos entendemos a la perfección con ellos. Creo que esto último es una de las claves del buen momento por el que estamos pasando últimamente.

Samu Omorodion, por otro lado, estará contento con usted; le pone varios caramelos por partido.

Sí, sí (ríe). Ya le he dicho que me debe una cena. Lo cierto es que nos entendemos muy bien sobre el césped y ambos tenemos ganas de seguir para arriba.

“ENCONTRARSE UN VESTUARIO TAN UNIDO HACE MUCHO MÁS FÁCIL EL TRABAJO DEL DÍA A DÍA"

Sobre el equipo, es evidente que está superando las expectativas.

Coincido. Al principio nos costó más, pues no sumábamos incluso jugando bien, pero ahora estamos contentos con nuestro rendimiento. Veo al vestuario tranquilo, que no relajado. Sabemos que la Primera División es una competición exigente y que todo puede cambiar de un día para otro.

¿En qué cree que han evolucionado más desde aquel estreno en Cádiz?

En la dinámica de grupo como tal, diría. En verano fuimos varios los jugadores que llegamos nuevos y necesitábamos tiempo para conocernos y entendernos mejor, tanto sobre el césped como en el vestuario. Hoy en día somos más equipo; hay muy buen rollo y todos luchamos por lo mismo, que es lo más importante para que las cosas salgan bien. 

¿Qué importancia tiene en el día a día el poder contar con un vestuario así?

Es un gusto, ni más ni menos. Cuando el ambiente no es sano, uno llega a entrenar desanimado y sin ganas, pensando en que la jornada acabe lo antes posible. Aquí, sin embargo, la ilusión es protagonista. El grupo es excelente, no tenemos ningún problema para cenar juntos o vernos después de entrenar, y eso se nota también en el terreno de juego. 

Y ¿qué influencia tiene en ello la figura de Luis García?

El míster es un líder, y así lo demuestra siempre. Tiene las ideas muy claras, se muestra cercano y eso es lo que nos intenta inculcar. Además, me gusta mucho de él que no deja nada a la suerte, siempre tiene un plan. Creo, por ello, que lo está haciendo muy bien y cuenta con nuestra plena confianza. Aunque el objetivo parece encaminado, relajarse sería un error.

Álex Sola, durante su entrevista con DNA en Ibaia. Jorge Muñoz

¿A quién de los tres de abajo ve con más posibilidades de reaccionar?

Es cierto que los tres pasan por una mala racha, pero no hay que olvidar que nosotros también estábamos ahí abajo hace no mucho. Cualquiera, con un par de resultados positivos, puede meternos presión a los que estamos más arriba si dejamos de sumar.

¿Cuál considera que ha sido el partido más completo del Alavés esta temporada? 

Creo que no puedo quedarme solo con uno. Me ha gustado mucho, por ejemplo, la manera en la que hemos competido y vencido a los distintos rivales directos, pero también vi bien al equipo en las derrotas frente a Las Palmas y el Real Madrid, y eso que cometí un error grave en este último.

¿Le dio muchas vueltas a ese fallo?

Me ayudó el hecho de que coincidiera con las vacaciones, que son para desconectar, pero sí que tuve ese runrún en la cabeza durante varios días. Lo importante, de todas formas, es aprender de momentos así. Soy de los que intenta no fustigarse en exceso. 

Ha hablado mucho Luis (García) de que se está construyendo un proyecto de futuro, ¿lo ve así?

Claro. Yo viví ese proceso de crecimiento en la Real y veo ciertas semejanzas. Si conseguimos el objetivo esta temporada, que así debería ser, veo una base prometedora para, con nuevos refuerzos y la ayuda de los chavales del filial, mirar hacia arriba en el futuro.

“ME ATRAEN LOS DEPORTES EXTREMOS POR LA ADRENALINA QUE ESTOS ME TRANSMITEN"

En lo personal, he podido saber que le atraen mucho los deportes extremos.

Me gusta la adrenalina, sí. Soy un chico bastante movido y, aunque nuestra profesión no nos permite demasiado, suelo buscar actividades que me la den.

¿Cuáles ha practicado?

De pequeño, sobre todo, me gustaba mucho ir a la montaña con la bici a hacer saltos. También le dediqué tiempo al patín. Tengo ahí una espinita clava para cuando deje el fútbol.

¿Y ha pensado en ir más allá? Tipo puenting o paracaidismo.

Me encantaría, la verdad. No es lo mismo, pero los veranos suelo ir a hacer descenso de cañones con la familia. Espero repetir en unos meses para celebrar la permanencia.

También, cuando era más joven, practicó varios deportes.

Siempre me ha gustado la actividad física, sí. En Gipuzkoa, además, no te dejan dedicarte exclusivamente a uno, y eso me llevó a probar el baloncesto, atletismo, rugby, pelota mano, etcétera. Era de esos chavales que estaban todo el día en la calle.

¿En qué momento decide descartarlos y centrarse en el fútbol?

En infantiles, cuando la Real te hace ficha y no deja que practiques otros deportes. Ahora bien, tuve claro en todo momento que ese era el camino. Pese a los malos momentos, la mayoría por lesiones, siempre he querido dedicarme al fútbol.

Sola se encuentra con Jörgensen durante el Alavés-Villarreal. Alex Larretxi

Hablando de lesiones, ¿le preocupa cómo cada año aumenta el número de contratiempos graves? Especialmente las roturas de cruzado.

Es alarmente, claro. Mucho más después de haber pasado por algo así. Pero no hay una solución aparente. El fútbol es un negocio, nos cargan de partidos y viajes, y nada hace pensar que vaya a ir a menos. Me da rabia cuando ocurre algo así, pero, para ellos, si cae uno entra otro.

Si no se hubiera dedicado a algo relacionado con el deporte, ¿por dónde habría seguido?

Siempre me ha gustado la arquitectura, si bien creo que habría acabado en algo físico. Bombero, por ejemplo.

¿Tiene, entonces, alguna propuesta para la renovación de Mendizorroza?

(Ríe). Nada, nada. Eso lo dejé hace tiempo. Es cierto, eso sí, que una remodelación del estadio podría impulsar al club, como le pasó al Reale Arena.

En ese caso, de todas formas, sería importante mantener la atmósfera actual.

Por supuesto. Uno de los motivos por los que vine aquí y no miré otros destino fue por cómo se vive el fútbol. Pese a ser una ciudad pequeña, igual que lo es Donostia, la afición por el Alavés es enorme.