La grave lesión de Adrián Rodríguez, quien se perderá lo que resta de temporada por una rotura del ligamento interno de su rodilla derecha, ha sido un varapalo para el filial del Deportivo Alavés. El portero mallorquín, además de un líder dentro del vestuario, era uno de los hombres clave sobre el césped en la escuadra dirigida por José Manuel Aira y buena muestra de la confianza depositada en él había sido su reciente renovación hasta 2027.

Afortunadamente, el Miniglorias se ha quedado en buenas manos. En los próximos meses, durante los que se buscará acabar la fase regular en puestos de play off para después pelear por el ascenso a Primera Federación, el gasteiztarra Gaizka García será el guardián de la meta albiazul. Y la misma, tal y como pudo comprobarse en la victoria del pasado domingo frente a la UD Logroñés en Ibaia (1-0), va a estar igual de bien protegida que hasta ahora. 

Ante el conjunto riojano, uno de los favoritos de la categoría, Gaizka ofreció una actuación soberbia. Pese a las múltiples acometidas de los visitantes, quienes, según su propio técnico, merecieron marcar mínimo tres goles, el portero babazorro logró dejar con sus paradas de mérito la meta a cero y, gracias a ello, Unai Ropero pudo aparecer en la recta final de la contienda para, desde los once metros, dar el triunfo al filial alavesista. 

Una victoria, cabe recalcar, muy importante visto lo visto en las últimas jornadas. La lucha por la promoción cada vez es más feroz, con cuatro equipos peleando por tres puestos y solo dos puntos de diferencia entre el más avanzado y el que menos -si bien los dos primeros tampoco pueden relajarse-, y es por ello que cualquier pinchazo apunta a ser decisivo. El Miniglorias, en concreto, es cuarto y tiene 41 unidades, una más que el Utebo, fuera del play off

Sobre Gaizka, además de lo ya comentado, puede decirse que es un guardameta valiente, ágil y con buenos reflejos. Entrena habitualmente con el primer equipo, ha sido convocado por las categorías inferiores de la selección y, en este momento, lo único que necesita es continuidad. Fruto de esa falta de experiencia -tiene 18 años y ha jugado menos de diez partidos los dos últimos-, ha cometido algunos errores de entendimiento con sus compañeros.