El Deportivo Alavés no hizo historia este jueves, pero tampoco le hizo falta para enorgullecer a Mendizorroza. Pese a que los babazorros no lograron la ansiada cuarta victoria consecutiva, lo cual nunca ha hecho en la máxima categoría, sí que plantaron cara a un Barça que, con goles de Robert Lewandowski, Ilkay Gündogan y Vitor Roque, se llevó los tres puntos del bullicioso feudo gasteiztarra. Samu Omorodion fue el encargado de marcar el único tanto local (1-3). 

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Las mejores imágenes del ambiente en Mendizorroza para el Alavés-Barça Josu Chavarri Erralde / Paulino Oribe

Para afrontar la complicada visita del vigente campeón de Liga, Luis García volvió a dar continuidad a sus hombres de mayor confianza. Solo hubo dos novedades en su once y ambas fueron obligadas, pues ni Andoni Gorosabel, sancionado, ni Carlos Vicente, lesionado, pudieron entrar en la convocatoria. Nahuel Tenaglia y Álex Sola, en concreto, fueron sus dos reemplazos. Kike García, por cierto, tampoco se sentó en el banquillo.

El Alavés, como se esperaba, arrancó muy fuerte el partido. Propulsados por las gradas de Mendizorroza, donde se vivió un ambiente de cita grande, los albiazules quisieron sorprender al Barça desde el inicio y, con Sola y Tenaglia percutiendo una y otra vez por la banda derecha, buscaron a Samu Omorodion por medio de centros laterales. Atrás, se plantearon tres líneas muy juntas, tratando de dificultar las combinaciones culés.

Esta última idea, no obstante, debilitó al Glorioso a la hora de defender los pases en profundidad, y los visitantes lo aprovecharon. A los 21 minutos de juego, Gündogan filtró un balón entre Rafa Marín y Tenaglia y ahí apareció Lewandowski para, con un control perfecto, plantarse mano a mano con Antonio Sivera y batirle gracias a una ligera vaselina, colocando así el 0-1 en el electrónico del Paseo de Cervantes.

Ese tanto no le sentó nada bien al Alavés. Durante bastantes minutos, el Barça movió a placer la pelota y, sin poder recuperarla, los babazorros tuvieron que esperar su momento para volver a atacar la meta de Iñaki Peña. Y llegó, por supuesto. Antes del descanso, los locales tuvieron dos ocasiones claras, sobre todo la primera, para igualar el choque: Jon Guridi, de cabeza, se encontró con el portero y Samu remató fuera de volea.

Lo que, eso sí, no gustó a Mendizorroza fue el criterio arbitral en esas acciones que, sin ser llamativas, sí que condicionan los partidos. Mientras que todos los agarrones del Glorioso fueron castigados con falta, muchos de los que hicieron los futbolistas visitantes pasaron desapercibidos para el colegiado Martínez Munuera. Este, incluso, llegó a parar el juego para mostrar la cartulina amarilla a Samu por protestar una de esas decisiones.

Ya en la segunda mitad, el guión no sufrió cambios. El Barça continuó dominando la posesión y el Alavés, por su parte, mantuvo su versión más vertical para castigar los errores de la zaga culé. Hubo uno nada más empezar, el cual brindó a Luis Rioja una buena ocasión para el 1-1, pero su tiro no vio portería. Como respuesta a esa acción perdonada, los de Xavi ampliaron distancias instantes después por medio de Gündogan (0-2).

El golazo del centrocampista alemán, sin embargo, no hizo que el conjunto albiazul se viniera abajo, al contrario que en la primera parte. Esta vez, el Glorioso reaccionó con rabia y, solo dos minutos después -en el 51-, Samu aprovechó un centro de Sola, el mejor sobre el césped, para cabecear al fondo de la red y recortar distancias (1-2). Esa fue, cabe mencionar, la séptima diana del delantero melillense como babazorro. 

La gran reacción gasteiztarra, por desgracia, acabó en nada. Superada la hora de juego, en una combinación demasiado plácida dentro del área, el recién incorporado Roque marcó el 1-3 con un remate raso y le dio así la victoria al Barça. El Alavés se mostró voluntarioso en la recta final, pero no fue capaz de meterse en el encuentro, ni siquiera cuando los blaugranas se quedaron con uno menos por la injusta expulsión del propio Roque.