El partido que estaba disputando el Alavés ante el Burgos en Briviesca ha vivido un epílogo funesto para los intereses del equipo vitoriano. No en vano, el choque ha finalizado de forma prematura en el minuto 85 con 2-1 a favor del conjunto de Jon Pérez Bolo tras una terrorífica entrada de Matos sobre Giuliano Simeone que puede ocasionar graves perjuicios para uno de los flamantes fichajes del Glorioso de cara a esta temporada.

Era un amistoso pero el futbolista del Burgos se ha empleado con una violencia inusitada para frenar un avance del delantero ítalo-argentino de 20 años en el centro del campo. Simeone había sido precisamente el encargado de acortar distancias para el Alavés unos instantes antes tras un buen servicio de Abde desde la banda izquierda, pero a renglón seguido ha sido víctima de la fatalidad y, sobre todo, de la imprudencia de Matos.

El punta albiazul se disponía a lanzar un ataque del conjunto vitoriano con la velocidad y el desparpajo que le caracterizan cuando fue cazado de mala manera por Matos, quien se marchó del campo llorando después de apreciar lo que había hecho. Una acción que no venía a cuento y ha motivado, a la postre, que el árbitro suspenda el partido tras muchos minutos con Simeone tendido sobre el césped a la espera de una ambulancia para ser evacuado a un hospital.

La imagen de la lesión produjo escalofríos desde el primer momento. El tobillo izquierdo quedó colgando mientras con la pierna sana daba fuertes patadas al césped del Diego Dávila Álvarez rumiando el dolor y la impotencia de una jugada que puede suponer un mazazo terrible para las aspiraciones del Alavés a la espera del diagnóstico final. Se teme por una fractura de tibia y peroné que, de confirmarse, apartaría de los terrenos de juego a una de las principales bazas del equipo de Luis García durante una larga temporada.

Los jugadores de ambos equipos también se llevaron rápidamente las manos a la cabeza conscientes de la gravedad de la lesión. Alberto Fernández, el galeno del Alavés, acudió rápidamente al centro del campo mientras muchos ni siquiera querían observar el estado de la pierna de Simeone.

La incertidumbre ha sido máxima durante varios minutos hasta que el colegiado navarro Irurtzun Artola ha dado por finalizado el choque sin que se llegara incluso al minuto 90. Por razones obvias, el partido quedaba ya en un segundo plano.

Sergio Fernández y Víctor Laguardia también han tratado de arropar en primera persona al futbolista albiazul, una de las cuatro caras nuevas del 'Glorioso' para la temporada 2023-24 tras su cesión procedente del Atlético de Madrid. El rictus de seriedad de los hombres fuertes de la dirección deportiva babazorra, eso sí, no denotan nada bueno a la espera de que el club confirme en las próximas horas el alcance de una lesión que puede apartarle de los terrenos de juego durante bastantes meses.

Si la llegada de algún 'nueve' ya resultaba imperiosa antes de este percance, ahora lo es todavía más. No en vano, Simeone era uno de los futbolistas en los que más esperanzas había depositado el Alavés para lograr el desequilibrio en la zona de tres cuartos y los últimos metros. El hijo del 'Cholo' Simeone brilló de forma notable durante la pasada temporada en el Zaragoza y en estas primeras semanas de su andadura en la capital alavesa estaba confirmando su movilidad, su capacidad de desborde en el uno contra uno y, en definitiva, su peligro en ataque. 

Pues bien, uno de los contados delanteros del 'Glorioso' tiene ahora visos de estar una larga temporada en el dique seco con el consiguiente perjuicio a nivel deportivo y anímico a ocho días del debut liguero en Cádiz.