Emocionado, como no podía ser de otra manera. Así se ha despedido Víctor Laguardia, quien, acompañado por sus seres queridos, representantes del club y todos los integrantes de la plantilla albiazul –además de Manu García y varios jugadores del filial–, ha ofrecido esta tarde en Mendizorroza su última rueda de prensa como futbolista profesional y del Deportivo Alavés.
“Ahora viene lo difícil”, ha arrancado Laguardia después de escuchar las palabras del presidente, Alfonso Fernández de Trocóniz, y el director deportivo, Sergio Fernández. Ellos han sido los encargados de confirmar que el káiser seguirá vinculado al Paseo de Cervantes como parte de la propia secretaría técnica y encargándose de representar a la entidad donde haga falta.
También se ha mostrado un vídeo, con el que se ha repasado su trayectoria como babazorro, y ha sido entonces, tras unos segundos de silencio y sentimiento, cuando el maño ha podido iniciar verdaderamente su intervención. "Me siento un privilegiado por todo lo que he vivido. Creo que he conseguido todos mis sueños, siempre bajo los valores que me han definido", ha manifestado.
Durante su discurso, Laguardia ha admitido que, pese a ser "muy difícil", considera "honesta" la decisión de colgar las botas. Asimismo, ha dado las gracias a todo aquel que ha hecho posible su carrera; desde los clubes en los que se formó hasta figuras como las de Josean Querejeta, máximo mandatario del Grupo Alavés-Baskonia, o Javier Zubillaga, quien le trajo a Vitoria-Gasteiz.
En ese apartado, la leyenda albiazul se ha guardado varias líneas para la hinchada: "Igual que el otro día, en la carta de despedida, dije que no entendería mi carrera sin el Alavés, tampoco entendería al Alavés sin esta afición. Su filosofía va más allá de ganar o perder; entiende de honrar un escudo, de darlo todo dentro y fuera del campo. Estaré en deuda con vosotros eternamente".
Por último, antes de que los periodistas allí presentes plantearan sus cuestiones, Laguardia ha explicado que se marcha "en paz", pues se ha dejado el alma por este club, y ha prometido que continuará dando lo mejor de sí para, en sus nuevas labores, "devolver un trocito" de todo lo que le ha dado el Glorioso en estos nueve años. "Siempre seré uno de los vuestros", ha concluido.
UN NEXO DE UNIÓN
Ya en el turno de preguntas, el maño ha podido hablar sobre su nuevo papel dentro del Alavés: "Voy a actuar como nexo de unión entre la plantilla y el club. Es un espacio desconocido para mí, en el que tengo que explorar, aprender y descubrir muchas cosas, pero estoy ilusionado y deseando que comience todo. Por otro lado, representaré al Alavés allá donde me necesiten".
Posteriormente, Laguardia ha intentado profundizar en los porqués de haber tomado la decisión de retirarse como futbolista, donde ha destacado que, además de un desgaste físico, "se han dado todos los ingredientes" para ello. "Hemos creído que era el momento. Tengo ya mucho vivido y ahora le toca a otros. Es un final que ni en mis mejores sueños me hubiera imaginado", ha añadido.
En relación con ese "paso al lado" para dejar sitio a los jóvenes que vienen por detrás, el káiser ha asegurado que nadie debe preocuparse por su legado como capitán. "Esto es como la vida. Todo se acaba y no tengo ninguna duda de que hay gente preparada para asumir roles y responsabilidades dentro del vestuario. Ahí están Sivera, Rioja, Duarte o Javi López, por ejemplo", ha apuntado.
Para finalizar, Laguardia ha aclarado que no se ha planteado en ningún momento buscar un nuevo equipo –la única opción era continuar en el Alavés, ya fuera sobre el césped o más arriba–, y ha comentado que, si se tiene que quedar con un momento de su etapa albiazul, ese es el ascenso de hace un mes. "El penalti de Asier (Villalibre) quedará grabado en mi memoria", ha terminado.