Solo vale ganar. El Deportivo Alavés está a tan solo 90 minutos de volver a ser un equipo de la máxima categoría. Después de 41 jornadas en las que el conjunto de Luis García no ha caído en ningún momento de los primeros puestos, la confirmación de su notable curso se encuentra esta noche en el estadio de Gran Canaria. Un escenario donde la escuadra albiazul tendrá que hacer frente a sus fantasmas como visitante y vencer a otro candidato a Primera para poder hacer realidad el sueño de miles de alavesistas.
El Glorioso lo ha dado todo para llegar a la última jornada con opciones de regresar a la máxima categoría por la vía rápida. En un final de curso donde los babazorros se han medido a muchos de sus rivales directos, los de Luis García han obtenido los resultados necesarios para depender de sí mismos en el desenlace de la campaña. Y ese día es hoy. Una jornada en la que no se puede fallar, pero donde el Las Palmas también luchará por el mismo objetivo.
La plantilla albiazul, que se verá arropada en el estadio canario por medio millar de seguidores alavesistas, tendrá ante sí la oportunidad de dar un golpe sobre la mesa en un territorio hostil y obtener así su pasaporte a Primera. Pero no será una tarea sencilla.
El conjunto canario, que acumula un lustro en Segunda, también ansía dar el salto a la élite del fútbol estatal. La fiesta en Gran Canaria está servida, pues en el feudo pío-pío no cabrá un alfiler para presenciar una final a vida o muerte entre dos de los equipos más poderosos en esta campaña.
Luis García podrá contar con todos sus efectivos para la causa. Una excelente noticia ya que, durante este curso, el madrileño ha tenido que realizar malabares para confeccionar sus convocatorias debido a las lesiones, molestias o sanciones disciplinarias que han sacudido los planes vitorianos. Ahora bien, el Glorioso ha destacado en estos últimos nueve meses por la unión y el indudable compromiso de su vestuario. Una entrega por los colores que ha resultado decisiva para no descolgarse de la batalla por el ascenso.
Un vestuario de 10
Esta misma fuerza de la plantilla se notó en el último compromiso disputado en Mendizorroza. Cuando el Alavés sufrió un duro golpe tras el empate malaguista, el conjunto babazorro apretó los dientes y dio el do de pecho para lograr tres puntos de oro en la lucha por el ascenso. La forma en la que se finalizó la última jornada permite que el Glorioso afronte la final de Gran Canaria con la moral más que fortalecida.
El propio Luis García ha recordado durante varias comparecencias de prensa que la línea entre una buena temporada y el éxito “es muy fina”. Y nada más lejos de la realidad, sus pupilos están a un solo partido de alcanzar la gloria. En el cómputo general, el curso realizado por el Glorioso ha sido notable, pero solo falta sumar los tres últimos puntos para lograr la matrícula de honor. No solo eso, el madrileño puede rubricar, como técnico del Alavés, su tercer ascenso a la máxima categoría, una hazaña que se sumaría a su dilatado currículo.
Máxima exigencia
Ahora bien, ante un Las Palmas que está formado por una constelación de estrellas en el último tercio, será obligatorio plasmar 90 minutos del mayor nivel. Las individualidades del equipo de García Pimienta pueden decantar la balanza en un escenario de máxima igualdad. Por ello, no hay cabida para los pequeños errores que obligaron a remar a contracorriente como en los duelos ante el Levante, Granada o Albacete. En este sentido y, tal y como se deciden las finales, los pequeños detalles dictarán sentencia para uno u otro equipo.
La suerte está echada para el Alavés y Las Palmas, dos escuadras que han hecho méritos durante estos últimos nueve meses para lograr el pase a Primera. En cuestión de horas el balón echará a rodar en el estadio de Gran Canaria, donde el Glorioso y el conjunto canario tienen marcado su destino para lograr el ascenso directo a la máxima categoría. Los de Luis García, a más de 2.000 kilómetros de distancia de la capital alavesa, están a un paso de entrar en la historia del club del Paseo de Cervantes.
