Uno de los nombres que, el pasado mes de enero, manejó el Deportivo Alavés para reforzar su delantera fue el de Jon Karrikaburu. El atacante de Elizondo había tenido un gran desempeño en el filial txuri-urdin la temporada anterior, en la que marcó once goles en Segunda, y su escasa participación con el primer equipo de la Real le señalaba como una de las grandes oportunidades del mercado invernal, pero, finalmente, no llegó a Vitoria-Gasteiz.

En su lugar, el club babazorro decidió apostar por Asier Villalibre, quien llegó cedido procedente del Athletic, y Karrikaburu puso rumbo al Leganés. Un destino en el que la exigencia sería menor, pues, aparte de no estar obligado a pelear por el ascenso directo, tampoco tendría que competir con dos titulares como De la Fuente y Sylla, y en el que, además, se iba a encontrar con un técnico, Imanol Idiakez, que había pasado por la cantera donostiarra.

Sin embargo, lo que parecía una buena ocasión para que Karrika tuviera continuidad y marcase el mayor número de goles posible, que es uno de sus puntos fuertes, no comenzó siendo así. Mientras el mencionado Idiakez se mantuvo en el cargo, el nueve guipuzcoano solo fue titular en tres de los once partidos que disputaron los pepineros, cuya punta de lanza estuvo ocupada, principalmente, por Juan Muñoz o José Arnaiz, máximo artillero.

Esto último, como es lógico, molestó sobremanera a la Real Sociedad, que esperaba mucho más protagonismo de su canterano, pero su momento, aunque tarde, parece haber llegado. Tras la destitución del entrenador donostiarra, sin confianza después de cinco derrotas consecutivas –y el equipo acercándose a los puestos de descenso–, Carlos Martínez tomó las riendas y, al contrario que su predecesor, ha confiado en el delantero de Elizondo.

Pese a que solo lleva dos partidos al frente del Leganés, el técnico extremeño, en el filial hasta que le ascendieron, ha entusiasmado a la directiva madrileña y esto se debe, entre otras cosas, a su capacidad para sacar el máximo provecho a la plantilla. Ambos encuentros han terminado con triunfo pepinero y, en el último, Karrikaburu, que ha sido titular en uno y otro (Ponferradina y Villarreal B), ha podido estrenar por fin su cuenta goleadora.

Así las cosas, y siempre que nada cambie en las próximas semanas, todo hace pensar que el delantero txuri-urdin va a tener varias oportunidades para terminar la temporada con buenas sensaciones. Ya sin opciones, al menos virtuales, de entrar en puestos de promoción, que parecía ser el objetivo en enero, pero sí con la idea de demostrar a su club, la Real Sociedad, que la categoría de plata se le queda pequeña de cara al próximo curso.

UNA PRUEBA EN MENDIZORROZA

Seis partidos le restan por delante para probar lo anterior y el primero de ellos será este mismo domingo, desde las 21.00 horas, en Mendizorroza, donde seguro habrá varias miradas pendientes de su actuación. Algo que, probablemente, le motivará más de lo habitual y que, por ende, obligará a la defensa del Alavés a vigilarlo de cerca. En especial, al tratarse de un ariete con gran capacidad para aparecer por sorpresa en el área y marcar.

Lo positivo, en relación con esto último, es que, si algo ha funcionado bien en el conjunto gasteiztarra, eso es, precisamente, la parcela defensiva. El Glorioso es, después del Granada, Las Palmas y Levante, uno de los equipos de Segunda División que menos goles encaja y, en la actualidad, se podría decir, incluso, que su estrategia se basa en conceder lo menos posible para luego aprovechar lo poco, o mucho, que pueda generar arriba.