Pese a que el Deportivo Alavés es, junto al Granada, quien más ha minimizado daños en las últimas jornadas, las cuales han estado protagonizadas por los múltiples batacazos de los candidatos al ascenso directo, la realidad es que el propio hecho de no haber aprovechado lo suficiente dichos resultados favorables ha provocado cierta preocupación entre la afición babazorra. Sobre todo, por las sensaciones que ha transmitido su equipo sobre el césped.
Tanto frente al Sporting en El Molinón como contra el Andorra en Mendizorroza, la escuadra gasteiztarra se ha mostrado demasiado inofensiva en ataque. Algo que ya venía de varias semanas atrás, en las que se ganó, y también perdió, por medio del popular unocerismo, pero que se ha visto de manera más clara en esos dos encuentros, pues, a la escasez de goles, se han sumado los problemas para generar ocasiones interesantes.
Esto último, principalmente, se debe a que las combinaciones ofensivas no están siendo tan acertadas como en otros momentos de la presente temporada, lo que, ya de primeras, minimiza mucho las opciones de llegar al área rival con peligro, pues la gran mayoría de los ataques terminan antes de empezar. Además, tampoco ayuda la posición tan estática de los hombres de arriba, ya sea por rigidez táctica o imposición del contrincante.
Habida cuenta de lo anterior, no sorprende, por ejemplo, que Miguel de la Fuente, aún no siendo el gol su mayor virtud, haya sido la apuesta de Luis García en los últimos partidos –no estuvo en El Molinón por sanción–. El vallisoletano es, desde hace tiempo, uno de los pocos jugadores que están mostrando movilidad sobre el césped y esto es algo de lo que no puede prescindir el equipo. Al menos hasta que Rioja, Jason y cía recuperen su mejor nivel.
Buena muestra, aunque no la única, de que la parcela ofensiva del Alavés ha dado un paso atrás es que, en las últimas ocho jornadas, solo ha marcado dos goles, contra el Huesca y el Tenerife. Un dato preocupante, en especial para un candidato al ascenso directo, pero que no deja de ser llamativo teniendo en cuenta la racha por la que pasaron los babazorros entre enero y febrero, cuando, en solo cinco encuentros, anotaron 16 tantos.
Así pues, como consecuencia de esa tendencia a la baja de cara a portería, el conjunto gasteiztarra ha perdido bastantes puestos en la tabla de goleadores de Segunda División. En la actualidad, con 41 dianas, el Glorioso es sexto por detrás del Granada y Albacete (46), Las Palmas, Cartagena y Mirandés (42). Cabe mencionar, en esa misma línea, que tanto Eibar (40) como Levante (39), también candidatos al ascenso, cuentan con un registro más bajo.
Dentro del propio Alavés, sigue manteniéndose como pichichi del equipo, con nueve tantos en su cuenta particular, el mencionado Rioja, si bien es cierto que no ha vuelto a marcar desde el pasado 19 de febrero. Por detrás, están Alkain, Miguel y Sylla, los tres con cuatro, y habiendo visto puerta una vez menos continúan Tenaglia, Salva Sevilla y Villalibre (3). Para finalizar, Jason, Moya y Abde registran dos goles y Guridi, Abqar y Benavídez uno.
MEJOR EN DEFENSA
Eso sí, en relación con lo comentado previamente, es digno de mención que, aún siendo innegable el paso atrás de la parcela ofensiva, los gasteiztarras no han salido tan mal parados de las últimas jornadas. Esto se debe, entre otras cosas, al buen hacer de la defensa, que, incluso con varias bajas, ha contrarrestado la sequía en ataque con solo dos tantos encajados en los mismos ocho partidos. Ahí, como es lógico, también entra la labor de Sivera.
A raíz de esto último, la tabla de goles recibidos es bastante más favorable para los babazorros que la de marcados. En concreto, al Alavés le han endosado 27 dianas esta campaña, lo cual solo mejoran Granada, Las Palmas y Levante, con una menos. También en 27 está el Burgos y, para encontrar al Eibar, actual líder de la categoría, hay que subir hasta los 30. La mejor diferencia general, por tanto, es de los nazaríes, ahora en +20.