El Deportivo Alavés afronta el último tercio de la competición con la imperante necesidad de pasar página del último varapalo liguero. Los de Luis García, que mostraron ante el filial del Villarreal una de sus versiones más apáticas del curso, acusaron su incapacidad para reaccionar tras los cambios y poder, al menos, rescatar un valioso empate. Esa derrota en La Cerámica, además de estar protagonizada por la lentitud albiazul en la elaboración de juego y el espesor de varios futbolistas como Guridi y Jason, despejó las dudas sobre el bloque que tiene afianzado el técnico madrileño.
Benavídez y Maras, dos piezas clave durante la primera mitad del curso, volvieron a presenciar la actuación de sus compañeros desde el banquillo. Tras la baja de Abqar, las posibilidades para ocupar el puesto de central pasaban por el zaguero serbio o el ‘kaiser’, que durante esta temporada ha aceptado un rol más secundario que ha resultado de gran ayuda en el vestuario. En esta ocasión, la apuesta en el once correspondió a Laguardia, que estuvo lejos de su versión más jerárquica y que sufrió ante la movilidad de los atacantes del Villarreal B.
La suplencia de Maras, una de las grandes sorpresas de la velada, se convirtió en la sexta consecutiva del curso para el zaguero de Belgrado. De hecho, la última aparición del serbio fue el pasado 21 de enero en el enfrentamiento ante el Racing de Santander, cuando el conjunto vitoriano venció de manera holgada con un 3-0. Maras, que desde el inicio del curso fue asentándose en el eje de la zaga, ha vivido las últimas semanas de competición a la sombra del omnipresente Sedlar, enviado a la retaguardia tras la llegada de Blanco, y del propio Abqar, dueño y señor de la línea defensiva.
Sin músculo
Otra de las ausencias en el duelo ante el conjunto castellonense correspondió a Benavídez, quien se ha visto relegado al banquillo desde el cierre del mercado invernal. El pivote uruguayo, una de las apuestas de la dirección deportiva para el nuevo proyecto y que, además, causó una grata impresión durante la primera mitad del curso, apenas ha trascendido en los planes albiazules desde el comienzo de año. Caracterizado por su innata capacidad para robar balones y brindar músculo a la sala de máquinas, Benavídez ha sido uno de los grandes damnificados tras la llegada de Blanco, que destaca por su finura técnica y su clarividencia con el balón.
La ausencia del uruguayo privó de impulso físico al Glorioso en su visita a La Cerámica, lo que supo aprovechar el Villarreal B a la hora de generar ventajas en la medular. El protagonismo del centrocampista de Montevideo ha disminuido a unos niveles insospechados. En los últimos cinco compromisos ligueros apenas ha disputado media hora y se ha visto relegado al banquillo ante el crecimiento de Blanco y Moya.
La ausencia de Benavídez privó de músculo al Glorioso en su visita a La Cerámica, lo que el Villarreal B aprovechó para generar superioridad
Además de Benavídez y Maras, las principales incógnitas del Alavés durante el 2023, el conjunto vitoriano dispone de varios futbolistas que no han logrado hacerse con un rol de revulsivo y que podrían ser de gran utilidad a la hora de dosificar minutos. Abde, que destacó durante sus incursiones con el primer equipo por su desborde, acumula seis partidos consecutivos en el banquillo y su última actuación fue en la victoria ante el Racing de Santander. Javi López, mientras tanto, tampoco ha sido capaz de derribar el muro establecido por Duarte, un fijo en el carril izquierdo y que a sus 27 años es todo un veterano en el conjunto albiazul.
MINUTOS
Benavídez. El pivote uruguayo ha sumado treinta minutos en las últimas cinco jornadas del campeonato doméstico. Pese a ser una pieza consagrada en la medular durante la primera vuelta del campeonato, el de Montevideo ha asumido un rol secundario tras la llegada de Blanco. Además, ha sido titular en el 50% de los partidos de liga.
Maras. El central serbio no ha disputado un solo minuto en las últimas seis jornadas. Pese a acumular 1604 minutos con la elástica albiazul en este curso, el de Belgrado ha perdido protagonismo en el eje de la zaga.
Luis García, que durante el transcurso de las jornadas ha amoldado su once en función de las necesidades del equipo y las bajas sufridas, mantiene firme un bloque que, de hecho, ha brindado unos resultados positivos al Glorioso. No obstante, de cara al tramo final del campeonato, el hecho de contar con un fondo de armario amplio, puede resultar diferencial para el Alavés en la lucha por afianzarse entre los dos primeros clasificados.