Tras su victoria frente al Racing de Santander, el Deportivo Alavés visita este domingo el Municipal de Anduva con un claro propósito en mente: volver a sumar lejos de Mendizorroza. Algo que hizo por última vez en liga el pasado mes de noviembre, cuando empató ante el Eibar en Ipurua, y que, como en sus anteriores compromisos a domicilio, no le será tarea sencilla conseguir, pues le espera un Mirandés en un gran momento de forma –el mejor de la presente temporada, para ser exactos–. 

Después de una primera vuelta complicada, en la que se puso en duda su continuidad al frente del banquillo jabato, el técnico Joseba Etxeberria ha hallado la forma de sacar el máximo provecho a su plantilla, la segunda más joven de la categoría detrás de la del filial del Villarreal, y ha acumulado así un pequeño colchón de puntos sobre el descenso. Y esta progresión lenta que ha llevado a cabo el entrenador de Elgoibar ha sido posible gracias, entre otras cosas, al gran rendimiento que están ofreciendo algunas de sus promesas.

El ejemplo más claro de esto último es Raúl García de Haro. Pese a su inexperiencia en el fútbol profesional, el atacante barcelonés, cedido este verano por el Real Betis, ha marcado diez goles esta temporada y de esta manera, además de poner los dientes largos a la afición bética, ha irrumpido como una de las sensaciones de Segunda. Sobre todo, teniendo en cuenta que reúne cualidades dignas de futbolistas más contrastados; solo hay que ver, en este sentido, su felicidad para encontrar siempre la posición idónea dentro del área.

Ahora bien, García de Haro no solo ayuda al Mirandés con sus goles, también lo hace con todo lo que genera alrededor de la portería rival. Aparte de un olfato extraordinario, el catalán también sabe jugar de espaldas, lo que facilita la llegada de sus compañeros del ataque, y no tiene problema en ceder protagonismo. Buena muestra de ello es que ha repartido cuatro asistencias hasta ahora, y todo lo anterior, cabe mencionar, en 21 partidos, pues ha tenido que perderse tres jornadas por molestias musculares.

FUTURO POR DECIDIR

Su futuro en la élite, salvo contratiempo inesperado, está asegurado; la duda, sin embargo, es dónde hará carrera, pues su campaña en Anduva no está pasando desapercibida. Aunque tiene contrato hasta 2025 con el club bético, ya ha habido varios equipos que se han interesado por sus servicios y, si no se le ofrece un puesto en el Benito Villamarín, puede que decida volar fuera este verano. De todas formas, poco o nada le interesa esto al Alavés, quien solo debe pensar en cómo parar al goleador jabato.