La segunda vuelta del campeonato doméstico comienza este sábado con un duelo de altura entre el Alavés y el Burgos, separados en la tabla por tan solo un punto.

El enfrentamiento entre blanquinegros y babazorros, que se disputará a las 21.00 horas en Mendizorroza, reúne los ingredientes necesarios para que esta jornada esté subrayada en rojo en el calendario de las dos escuadras.

La corta distancia geográfica que separa Burgos de Vitoria y el buen ambiente vivido entre ambas aficiones en el encuentro de ida –de infausto recuerdo para los seguidores babazorros tras la concluyente derrota por 3-0– han provocado el desembarco de centenares de seguidores burgaleses durante la jornada de este sábado.

Al igual que en el partido de la primera vuelta, en el que el Glorioso estuvo arropado por cerca de 2.500 fieles en El Plantío, el estadio del Paseo de Cervantes se vestirá de gala para un duelo en el que el Alavés necesita obtener los tres puntos para seguir en lo más alto.

En concreto, se registrará la mejor entrada de la temporada y el campo estará cerca del lleno después de que el viernes por la noche el club vitoriano notificara que restan menos de 1.000 entradas a la venta.

En definitiva, la de esta noche es una jornada idílica para vivir el fútbol entre dos aficiones que se respetan mutuamente. Será un encuentro con muchos alicientes ya que ambas escuadras están separadas por un punto y, en este sentido, el Alavés necesita rubricar un triunfo para mantener el pulso a los líderes de la categoría.

Para facilitar la convivencia durante las horas previas, el Burgos ha informado a todos los aficionados blanquinegros desplazados a Vitoria que existirá un punto de encuentro. El lugar estará enclavado en la Avenida Gasteiz, junto al Parque de El Prado. Una vez se acerque la hora del partido, a las 19:45 horas y desde este mismo punto, las Fuerzas y Cuerpos de seguridad escoltarán a la afición burgalesa hasta el estadio gasteiztarra.