El Alavés rubricó ayer una victoria de líder. Un triunfo que reafirma a la escuadra albiazul como una de las más solventes de la categoría de plata y que amplía, además, el número de jornadas sin encajar un gol en la portería de Sivera. Y es que en los últimos ocho compromisos, los babazorros tan solo han encajado dos dianas. Una cifra que explica el dulce estado de forma que atraviesa la consolidada retaguardia del Glorioso.

El contexto de partido, no obstante, obligó a los pupilos de Luis García a demostrar su madurez ante un rival plagado de futbolistas jóvenes. De hecho, este desparpajo innato de los jugadores que componen el filial groguet, puso en aprietos a la zaga gasteiztarra durante la primera parte, pues el Submarino Amarillo merodeó el área de Sivera con maldad y asustó a la parroquia albiazul con un disparo repelido por el poste.

Pero el Deportivo Alavés está hecho de otra pasta. Que el cuadro babazorro logre una media de dos puntos por jornada para su casillero no es casualidad. El cuadro dirigido por Luis García tiene muy definida su idea de juego y así lo traslada en cada compromiso. A esta sobriedad sobre el tapete se le suma la atención en una defensa prácticamente infranqueable. Un aspecto que, además, el técnico albiazul destacó durante su comparecencia de prensa tras la victoria ante el filial del Submarino Amarillo. “Al principio de temporada nos hacían gol siempre, pero marcábamos más;desde Burgos solo hemos encajado en dos partidos y para estar arriba tienes que encajar poco”, argumentó.

No en vano, la nota negativa durante el choque ante el Villarreal ‘B’ fue, de nuevo, el desacierto en el último pase. El Alavés estuvo especialmente atento a la hora de cortar envíos, pero no encontró la fluidez para filtrar los envíos hacia el último tercio. De hecho, así lo vio el propio técnico albiazul, que matizó que sus pupilos son humanos: “Hemos estado espesos en tres cuartos, nos ha faltado claridad. El fútbol es así, los jugadores no son máquinas”.

LA PIZARRA, EFECTIVA

Luis García dejó claro durante el inicio del curso que para mantenerse en lo más alto de la clasificación es indispensable manejar diferentes registros. Y en cuestión de meses, su escuadra ha demostrado durante las 17 jornadas que se han disputado hasta la fecha que el Alavés es un bloque camaleónico. Un equipo que rema en una misma dirección y que, además, está extraordinariamente bien trabajado en el balón parado.

Anoche, cuando la distancia en el marcador era mínima, el Glorioso obtuvo el premio a las innumerables horas de trabajo mediante una jugada de estrategia trenzada de maravilla. Y es que el gol a balón parado ante el Villarreal ‘B’ no ha sido el único de este curso. En la visita del Huesca al coliseo albiazul, por ejemplo los dos tantos del triunfo se dieron, precisamente, a través de la pizarra.

De este modo, el Deportivo Alavés continúa inmerso en su especial maratón registrando una media de dos puntos por jornada. Y no solo eso, tras 17 jornadas disputadas, no es casualidad que el Glorioso tan solo haya caído derrotado en un compromiso liguero. El espíritu competitivo y la solvencia en ambas áreas están brindando a la escuadra de Luis García el poso necesario para mantenerse en lo más alto de la clasificación.