Hace varias semanas, cuando Víctor Laguardia aún no estaba preparado físicamente para volver a vestir la zamarra albiazul, el Deportivo Alavés pudo tener serios problemas en el núcleo de su defensa, pues cualquier nueva ausencia en dicha posición hubiera obligado a Luis García Plaza, siempre muy claro y conciso acerca de la necesidad de contar con cuatro centrales, a emplear la polivalencia de alguno de sus laterales, poniendo, de esta manera, también en riesgo esta última demarcación.

Sin embargo, lo cierto es que esa preocupación que tuvo el técnico madrileño por quedarse sin efectivos naturales en el centro de la zaga, sobre todo después de que Abqar, indiscutible en el once, jugara sin estar al cien por cien ante el Real Sporting, ya no existe en la actualidad. Porque, a la buena noticia de que Laguardia disputó los 90 minutos del duelo copero frente al Lleida Esportiu, también hay que sumarle la vuelta a la acción de Aleksandar Sedlar, clave en las formaciones del Glorioso durante las primeras jornadas.

Hasta su reaparición en el Camp d’Esports, donde el Alavés consiguió su billete a la siguiente ronda de la Copa gracias a un gol de Taichi Hara, el central serbio se había perdido nada menos que cinco partidos consecutivos (Andorra, Sporting, Oviedo, Racing y Zaragoza). Y todo ello, después de que, en el duelo ante el Albacete de la décima jornada, tuviera que retirarse en el minuto 18 al sufrir una recaída de la misma lesión muscular que le había dejado fuera en los dos anteriores encuentros (Ponferradina y Burgos).

Por fortuna para Luis García, a quien ahora, en relación con la enfermería, solo le preocupa la evolución de Mamadou Sylla, Sedlar ya es uno más a sus órdenes y la cuestión, en realidad, es cuál va a ser su rol mientras no haya nuevos contratiempos. Algo sobre lo que, en otro momento de la temporada, no habría ninguna duda, pues comenzó ofreciendo un nivel más que notable, pero que, dada la buena complicidad que han logrado Abqar y Maras como pareja de centrales, es una incógnita a día de hoy.

Y esto último sin olvidar, obviamente, la competencia que el serbio tiene ahora con Laguardia, cada día en mejores condiciones, y que antes no existía. Ahora bien, Sedlar tiene algo que los otros tres no y es su polivalencia; esa que, ante nuevas ausencias de Carlos Benavídez –como la de este domingo en Ipurua– podría permitirle sumar minutos en la posición de pivote defensivo, donde ya jugó, por ejemplo, en los partidos contra el Mirandés en Mendizorroza y el Ibiza en Can Misses.

Y TAMBIÉN LOS LATERALES

Sea como fuere, el entrenador madrileño ahora sí tiene un núcleo de la defensa de garantías, en el que, además, también se debe tener en cuenta al central gasteiztarra Imanol Baz –titular en el Camp d’Esports frente al Lleida–, y esa completitud también se puede encontrar en los laterales. Dos posiciones en las que, aparte de contar con dos hombres disponibles para cada una de ellas, Luis García puede encontrarse perfiles distintos y, al mismo tiempo, complementarios. Mientras que Rubén Duarte, en la izquierda, y Nahuel Tenaglia, por el lado contrario, ofrecen mayor seguridad, experiencia y seriedad en defensa, Javi López y, sobre todo, Anderson Arroyo son capaces de aportar más al equipo en ataque, permitiendo así al técnico albiazul la posibilidad de adaptarse a las diferentes narrativas que le plantean los rivales. Y lo positivo, como siempre, es que todos ellos están teniendo minutos para mantenerse a tono y poder así ofrecer su mejor versión.

En este sentido, haciendo referencia, eso sí, a la zaga al completo, el futbolista que más tiempo de juego ha podido disfrutar hasta ahora es Abqar con 1.143 minutos. Por detrás, se encuentra Maras (1.019’), quien, pese a su dubitativo inicio, se ha afianzado bien ahí, y a este le siguen Duarte (890’), Tenaglia (813’), Arroyo (669’), Sedlar (627’), Javi López (554’), Laguardia (134’) y Baz (66’). Es decir, un reparto bastante equitativo entre ellos, en especial teniendo en cuenta que la mayoría han tenido que pasar por la enfermería.