Una de las diferentes razones por las que el Deportivo Alavés se encuentra en puestos de ascenso directo es la irrupción de Abdel Abqar (Settat, 1999). Pese a ser un novato en la categoría, y también haber jugado apenas diez partidos con el filial babazorro la temporada pasada, el central marroquí, que llegó a Mendizorroza durante el verano de 2020, ha aprovechado al máximo la confianza que le ha brindado Luis García Plaza y, en la actualidad, es ya no solo el tercer futbolista albiazul con más minutos jugados, sino también el defensor en mejor forma del equipo, donde otros compañeros partían con más galones.

La pareja serbia, formada por Maras y Sedlar, estaba llamada a comandar la zaga, pero usted se ha metido ahí, ¿esperaba tener un papel tan protagonista?

¡Qué va! Sabía que iba a tener oportunidades, porque había estado trabajando mucho para conseguirlas, pero no me imaginaba jugar tanto y mucho menos tan pronto, sobre todo teniendo en cuenta esa competencia tan feroz.

¿Qué le comentó el club en verano sobre su situación? Había jugado muy poco la temporada anterior…

Nada fuera de lo habitual. Me mostraron su confianza, tal y como lo habían hecho antes, y me dijeron que iba a formar parte de la pretemporada del primer equipo. Luego fue el míster quien tomó la decisión de que siguiera en la plantilla.

¿Se planteó buscar oportunidades en otro sitio?

No lo descarté. Cuando acabó el curso, tuve muy claro que mi objetivo era seguir en el Alavés y pelear por un sitio en el primer equipo; ahora bien, también fui consciente de que no podía estar otro año de vacío.

¿Fue dura para usted la temporada pasada?

Mucho. Tanto en lo colectivo, porque el equipo terminó descendiendo a Segunda División, como en lo individual, pues apenas pude jugar diez partidos con el filial. De todas formas, esto último es normal en el mundo del fútbol, solo hay que entrenar, esperar el momento y aprovecharlo al máximo cuando llegue.

¿Y cómo valora su rendimiento individual de este curso?

Estoy agradecido por los comentarios que me llegan, pero esto es muy largo. Aunque estoy contento con lo que he hecho hasta ahora, mi labor es mantener los pies en el suelo y seguir trabajando sin pausa.

Muchos aficionados coinciden en que su adaptación a la Segunda División está siendo más que notable, especialmente teniendo en cuenta que viene de competir en la quinta categoría, ¿cómo lo ha conseguido?

Pese a que desde fuera pocas veces se le da mucha importancia, todo ha sido gracias a mi día a día con el primer equipo. Cada entrenamiento sirve de aprendizaje y yo, el curso pasado, tuve la suerte de estar siempre con ellos, aunque no jugase ningún partido.

¿En qué aspectos del juego ha notado el salto de categoría?

Se nota desde el primer día que los delanteros son mucho mejores. Te exigen estar muy atento en todo momento, ir más fuerte a los choques, etc. Además, luego hay que adaptarse a lo que pide el míster, las diferencias no se ven únicamente en los rivales.

¿Qué le transmite Luis García en el día a día? Debe estar satisfecho con su labor.

Siempre me recuerda la importancia de vivir el presente y no creerme mejor que nadie. Luego, por otro lado, me muestra mucha confianza y me dice que, si mantengo el nivel, voy a seguir jugando.

Esto último, el hecho de dar continuidad por rendimiento y no por nombre, es una de las virtudes del técnico madrileño, ¿no?

Sin duda. El primer día que vino a Ibaia nos dejó muy claro que él nunca miraba el DNI, y lo está demostrando.

¿En quién se fija dentro de la plantilla?

Normalmente, en los más veteranos. Cada compañero me aporta algo diferente y siempre estoy atento a todo, pero no puedo negar que es un lujo compartir vestuario con futbolistas tan destacados como Salva Sevilla, Laguardia, Duarte, Rioja, etc.

Muchos de los integrantes del equipo, incluido Luis García, han hablado del buen vestuario que han formado, ¿coincide con ellos?

Por supuesto. El ambiente es muy bueno porque todos tenemos un objetivo común y, además, entendemos que para conseguirlo tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos. Somos como una familia.

¿Y qué importancia ha tenido el entrenador madrileño en la formación de ese grupo?

Fundamental, claro. Es un míster con experiencia, que se nota que sabe gestionar plantillas, y que nos transmite su absoluta confianza en todo momento. Luego, tiene claro cuál es el objetivo y cómo podemos conseguirlo, por eso tiene nuestro apoyo.

¿Cuál es su meta personal esta temporada?

La misma que la del colectivo: llevar al Alavés a Primera División. Obviamente, me gustaría seguir en la línea que estoy ahora y jugar el mayor número de partidos posible, pero lo primero es lo primero.

La afición está muy ilusionada, lo saben en el vestuario, ¿verdad?

Claro, y ese es nuestro punto más fuerte. Que nos ayude la grada, tanto en casa como fuera, es fundamental para nosotros.

¿Cómo ha sido jugar en Mendizorroza?

Me encanta, simplemente. Al principio pensaba que me iba a poner nervioso, pero todo lo contrario; me motiva muchísimo escuchar a nuestra gente y espero darles muchas alegrías, porque las merecen.

Y sobre el debut en Leganés, ¿qué tal soportó los nervios aquel día?

Bueno, mejor de lo esperado. Estuve tenso desde que me dijeron que iba a ser titular hasta que llegamos al estadio; sin embargo, una vez toqué el primer balón, desapareció todo y me centré en competir y disfrutar.

¿Qué supone para usted el regreso de Víctor Laguardia?

He recuperado un gran referente. Lagu es de esos compañeros que, cuando no juegas, te animan y te dicen que va a llegar tu momento, fue uno de mis grandes apoyos la temporada pasada. Es por ello que me hace mucha ilusión jugar junto a él.

En la actualidad, ¿cómo está el equipo tras la victoria en Andorra?

Bien, enfocado en su objetivo y con ganas de ir a por más. Somos muy conscientes de que no podemos relajarnos en ningún momento, menos aún teniendo en cuenta lo igualado que está todo.

Una de las dudas, después del gran inicio liguero, era ver cómo reaccionaría el vestuario ante la primera derrota; según parece, no fue para tanto, ¿no?

Al día siguiente de perder en Burgos estás mal, como es lógico, pero no hay tiempo para lamentaciones. La única opción posible es levantarse rápido, seguir trabajando y mantener la ganas. También es cierto, eso sí, que nos ha ayudado jugar tantos partidos seguidos, no ha habido ocasión de pensar de más.

¿Cuál ha sido, según su opinión, el partido más completo del Alavés?

Es complicado elegir uno, pues cada rival exige una cosa. Ahora bien, si tengo que quedarme con uno, creo que elijo el triunfo contra la Ponferradina. Me gustó mucho cómo defendimos y la manera en la que movimos el balón.

¿Qué espera del duelo frente al Sporting?

Jugar y, sobre todo, ganar, no pido mucho más. En lo futbolístico, creo que será un partido muy fuerte, con constantes choques y disputas por el balón. Nosotros intentaremos imponer nuestro juego, adaptándonos a lo que exija el rival.

Esto último, la capacidad de adaptación, ha sido uno de los puntos fuertes de este Alavés.

Sin duda. Siempre tenemos todo muy trabajado y sabemos qué hacer para contrarrestar al rival; sufrir cuando hay que sufrir y jugar cuando hay que jugar. Sobre el césped notamos mucho la labor que hacemos en Ibaia durante la semana.