El Alavés demostró este domingo en Mendizorroza ante la Ponferradina que es un líder extremadamente sólido. Sus números, traducidos en cinco victorias y tres empates, son los de un cualificado aspirante al ascenso por mucho que Luis García Plaza reniegue del favoritismo dentro de la categoría.
Con su éxito ante los bercianos, los albiazules vuelven a colocarse líderes en solitario de la categoría a la espera de la difícil salida del próximo sábado a Burgos, donde aguarda el único equipo imbatido de Segunda.
Todo son noticias positivas alrededor de un Alavés que marcó por primera vez tres goles desde el inicio de la temporada –eso sí, pudieron ser algunos más de no ser por la falta de colmillo arriba en algunas acciones donde ya se cantaba el tanto en Mendizorroza– y ya aventaja en seis puntos al séptimo clasificado. Este domingo también fue la primera vez que el Alavés se impuso por más de un gol de diferencia, ya que hasta ahora todas sus victorias habían sido por la mínima.
El equipo vitoriano acumula ya ocho jornadas imbatido y no levanta el pie del acelerador con un ritmo que, de mantenerlo, puede permitirle abrir brecha en la tabla en un breve lapso de tiempo. Tan solo la UD Las Palmas no está perdiendo comba respecto a los babazorros, que por ejemplo aventajan en ocho puntos a un rival directo como el Levante.
Por citar algo negativo, tan solo cabe reseñar que el Alavés encajó hoy un nuevo gol, esta vez al filo del descanso tras un despiste en una jugada a balón parado de la Ponferradina. Sivera, que volvió a rayar a un gran nivel y tuvo intervenciones de mérito ante los bercianos en los albores del duelo, tan solo ha dejado su portería a cero en el encuentro de la segunda jornada liguera. Sin embargo, ello no es óbice para que el estado de euforia se haya declarado en Mendizorroza.
