Tras los fichajes de Salva Sevilla y Xeber Alkain –y después de varios días sin apenas movimiento en el mercado–, el Deportivo Alavés ha cerrado este mediodía su tercera incorporación del verano. Se trata del ítalo-uruguayo Carlos Benavídez, quien, una vez finalizado su contrato con el Independiente de Avellaneda, se ha comprometido hasta 2024 con el conjunto babazorro, cuya regeneración de plantilla, siempre con el objetivo en mente de regresar a Primera División, está avanzando mediante jugadores libres.

Benavídez, de 24 años, se formó en las categorías inferiores del Defensor Sporting charrúa, con el que se estrenó como profesional nada más cumplir la mayoría de edad, y allí se convirtió en una de las principales promesas del país, lo que le llevó a ser internacional sub-20 y sub-23. Esto último, provocó el interés de varios clubes importantes de Latinoamérica y, finalmente, fue el Independiente quien, en 2018, se hizo con el 60% de sus servicios a cambio de nada menos que 2,5 millones de dólares.

Por desgracia para la hinchada de los Diablos Rojos, la gran apuesta que hizo su club por aquel entonces apenas ha tenido recompensa, pues, pese a que Benavídez siempre ha mostrado cualidades para triunfar en la Superliga Argentina, dos lesiones de extrema gravedad en su rodilla derecha –rotura del ligamento cruzado en ambos casos– le han mantenido alejado de los terrenos de juego durante casi dos años. Algo que, como es lógico, le ha imposibilitado contar con cualquier tipo de continuidad.

En concreto, desde que abandonó por última vez la enfermería en noviembre de 2021, el jugador uruguayo únicamente ha disputado 1.133 minutos, repartidos en 23 partidos, y ha marcado tres goles con el Independiente. Por tanto, la puesta a punto de la pretemporada babazorra se antoja especialmente relevante para él; sobre todo, a sabiendas de que el fútbol europeo, en el que se estrenará con la camiseta albiazul, es bastante más dinámico y exigente físicamente que el argentino.

Respecto a su perfil sobre el césped, medios de su país lo definen como un centrocampista box to box; es decir, alguien con amplio recorrido, lo que le hace abarcar mucho campo, y que destaca tanto en defensa, donde recupera multitud de balones por partido gracias a su posicionamiento, como en ataque. Ahora bien, dada su polivalencia, habrá que ver si termina cumpliendo esa función multidisciplinar que se acaba de mencionar o si, por el contrario, Luis García enfoca su juego de distinta forma.