¿Se ha hecho muy duro ver los toros desde la barrera durante todos estos meses?

-Al final lo pasé mal. Sufrí una lesión de rodilla en la que, pese a que podía haber sido peor, mentalmente fueron momentos de muchas dudas. Tenía que hacer un tratamiento salvando el quirófano y ya sabemos cómo son las rodillas en los deportistas. Estaba la incógnita de si volvería bien o podía recaer. Además, la lesión me llegó en un momento donde me sentía muy bien a nivel físico con Javi Calleja. Entre este percance y que cuando volví no jugaba mucho, he estado muchos meses sin jugar un partido oficial. La verdad es que lo he notado bastante en cuanto al ritmo. Me ha costado más de lo normal coger el ritmo de la competición, pero la rodilla ya está bien. He podido volver a jugar y estoy muy contento, pero lógicamente se pasa mal cuando no puedes participar ni estar en el día a día con tus compañeros.

De momento, se ha convertido en un fijo para Velázquez en el once inicial en estos tres últimos partidos. ¿Le ha sorprendido?

-Siempre mantienes la ilusión de poder jugar, eso lo tienen todos los compañeros cuando viene un entrenador nuevo. Los que no han jugado disponen de una oportunidad para entrar porque lo normal es que un técnico nuevo busque alguna alternativa para cambiar la inercia de los malos resultados que se vienen cosechando. Estoy contento de tener su confianza y haber jugado estos tres partidos. Queda poco y juegue quien juegue hay que intentar sacar adelante la situación. Al final todos estamos para ayudar.

Su polivalencia siempre es algo positivo para cualquier entrenador. ¿Dónde se siente más cómodo?

-En el Alavés donde más he jugado ha sido como lateral derecho. Es donde me siento bien porque he competido toda mi carrera ahí. También lo he hecho como central, es una posición en la que también me he sentido cómodo. En la izquierda me ha tocado jugar ahora algún partido, otros años ya lo había hecho por alguna circunstancia en otros equipos... Al final se trata de jugar, hoy en día ser polivalente te da ventajas y estoy contento por ello. El objetivo es hacerlo lo mejor posible, dar el cien por cien y ayudar en todo lo que se pueda.

En Mallorca alcanzó los 100 partidos con la elástica albiazul. Una cifra ya respetable, ¿no?

-Sí, por supuesto. Estoy satisfecho y es un orgullo. Es la primera vez que lo consigo con un club en mi carrera. La verdad es que me hacía mucha ilusión. Le he dado muchas vueltas a la situación porque con el tema de la lesión, todo el tiempo que he estado parado y luego ser suplente, tenía serias dudas acerca de que pudiera lograrlo esta temporada. Estoy muy contento por lograrlo en Vitoria.

¿Qué está suponiendo su tránsito por el Alavés en su carrera?

-Son cuatro temporadas ya y la verdad es que he estado muy cómodo. Me he sentido siempre respetado por todo el mundo, tanto en el campo como en la calle. Con independencia del sufrimiento para lograr la salvación durante tres campañas, es un orgullo haber jugado tanto tiempo aquí. Así es la vida y así es el fútbol, pero es un orgullo haber jugado cuatro años en el Alavés.

Acaba contrato este verano. ¿Está inquieto por su futuro? ¿Siente que su ciclo ha llegado a su fin?

-Es evidente que se sabe que mi contrato finaliza en junio, pero no sé lo que pasará. De momento, es algo a lo que no le doy muchas vueltas porque el tema de la lesión me ha afectado bastante en estos meses a nivel mental. Ahora el equipo está en una situación muy difícil y es complicado abordar estos temas. Cuando acabe la temporada, se valorará todo y veremos lo que pasa, pero estoy muy contento en el Alavés desde el primer día que llegué.

Una curiosidad para acabar. ¿Tan cerca estuvo el pasado verano de recalar en el Elche?

-Bueno, sé que tenían interés en mis servicios y querían que fuera para allí, pero creo que no hubo una buena oferta para el Alavés según lo que tengo entendido. Entonces iba a ser difícil que el club me dejara marchar y la cosa se quedó allí. Me he quedado entonces aquí esta temporada y muy contento.