17 de octubre de 1954
odo el mundo es consciente en Vitoria y Álava, que el reingreso en la Primera División no iba a ser una cosa sencilla y fácil. Volver a la máxima categoría de nuestro fútbol y enfrentarse de nuevo -tras veintidós temporadas- al Athletic, Barcelona, Real Sociedad, Real Madrid o Valencia, es ilusionante, pero a la vez es una empresa ardua y complicada. ¡Lograr la salvación es el ‘leitmotiv’ del entorno albiazul!
Pese a estar concienciado todo el mundo del universo alavesista de la dificultad de la tarea encomendada, el comienzo de la temporada 1954-55 está siendo especialmente duro. A estas alturas del mes de octubre de 1954, se llevan disputadas cinco jornadas y el Deportivo Alavés solamente ha sumado un punto. Para mayor pesadumbre de la afición el equipo es colista, empatado con el Espanyol, y solo ha marcado tres goles.
También está habiendo muchas desgracias. Frente al Athletic (4-0) en San Mamés se lesionaron -mejor dicho, fueron lesionados-, Wilson y Roth. Frente al Barcelona (2-2) en Mendizorroza la afición salió indignada con la actuación del colegiado, ya que a falta de diez minutos para el final anuló un gol a Etxaniz. ¡Etxeandia se encontraba dentro de la portería de Ramallets, agarrado a la red! En Riazor los gallegos del Deportivo (3-0) no han dado opción y regresó lesionado el defensa central y capitán José Mari Erezuma.
El Valladolid (1-4) en Vitoria ha dado un repaso de muy señor mío a los de Etxezarreta y lo único positivo es la reaparición de Wilson. Por último, en Atotxa, la Real Sociedad (2-0) ha rubricado la cuarta derrota albiazul. El equipo durante muchos momentos ha jugado con nueve hombres -no están permitidos los cambios de los jugadores de campo-, al irse lesionando Remacha, Ibarra y Aitor. ¡Vale ya! ¡Parece una crónica de sucesos!
El 17 de octubre de 1954 el Deportivo Alavés encara la sexta jornada del Campeonato liguero de Primera y el visitante es el Hércules CF. Para los alicantinos es la primera vez que van a pisar la hierba de Mendizorroza, porque nunca se han enfrentado en partido oficial al ‘Glorioso’. El 2 de abril de 1933, en Alicante, ambos conjuntos disputaron un encuentro amistoso antes de tomar los albiazules el barco que los llevaría a Orán (Argelia), donde comenzaban su gira ‘africana’ en los meses de abril y mayo de ese año.
Este domingo 17 de octubre es un día muy especial para Vitoria -en particular- y para toda la provincia alavesa. ¡No es el fútbol lo que acapara la atención de sus habitantes! Este domingo, al igual que durante la semana, las gentes vitorianas y alavesas están pendientes de un gran acto religioso y fervoroso: ¡La Coronación de la Virgen Blanca!
Los oficios para los creyentes se van sucediendo en los días previos y el sábado 16 se realiza la Procesión de los Faroles. Preside el acto, desde un balcón en la calle Dato, la esposa del General Franco, Carmen Polo Martínez-Valdés. El domingo se celebra la ceremonia eclesiástica de la Coronación, que es presidida por Monseñor Ildebrando Antoniutti, Nuncio apostólico en España. Unas treinta mil personas asisten a la jornada litúrgica, muchas procedentes de los pueblos alaveses y de las provincias limítrofes.
Esto sucede en la mañana gasteiztarra y a la tarde en Mendizorroza -con media entrada-, el Deportivo Alavés logra su primera victoria del campeonato, al vencer por 2-0. Goles del mirandés Iborra y del azkoitiarra Etxaniz. ¡La anterior victoria en Primera databa del 12 de marzo de 1933 frente al Espanyol (1-0)! ¡La Virgen Blanca ha estado con ‘su Glorioso’!.
A los actos religiosos acudieron gran número de personalidades: ministros; rectores de Universidad; militares de alta graduación; altas jerarquías eclesiásticas; directores generales; jueces y fiscales; alcaldes y gobernadores civiles. ¡No faltó nadie!
Carmen Polo Martínez-Valdés recibió un buen número de regalos durante su estancia en Vitoria: candelabros de plata; juego completo de naipes; una mantilla; frutas, quesos y productos del campo; dulces típicos; dos bicicletas; un automóvil y ¡un jamón!
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