El colista de Primera y Kike García le aplicaron un duro correctivo al Deportivo Alavés, que besó la lona en un encuentro que no supo interpretar correctamente, ya que requería verticalidad, sacrificio, intensidad y corazón, aptitudes todas ellas en las que los locales fueron superiores. El partido, al igual que los cuatro que quedan, era una final, y solo uno de los dos equipos pareció ser consciente de ello.Calleja apostó por un once idéntico al que estuvo a punto de darle la victoria contra el Valencia, pero el rendimiento que ofreció fue muy diferente. El conjunto de Mendilibar salió al campo con la agresividad de un equipo que intenta aferrarse a su última opción de quedarse en Primera, con nada que perder. El Alavés, por el contrario, comenzó especulativo, pensando que sería uno de esos partidos largos, trabados, que se resuelven por detalles, decidido a tener la posesión del esférico. Nada más lejos de la realidad.

Ya avisó en la previa Mendilibar que es tan importante el primer como el último minuto del encuentro y su equipo le dio la razón. Con una intensidad que el Alavés no fue capaz de igualar, anularon por completo la circulación de balón gasteiztarra y lograron robar constantemente balones en campo contrario, encerrando al Glorioso en su propio área. A los dos minutos llegó el primer aviso con un disparo de Arbilla desde lejos y poco después, a los tres minutos de encuentro, Kike García logró adelantar a los armeros en el marcador tras un cúmulo de despropósitos de la zaga babazorra defendiendo un saque de banda directo al área. Enrich peinó el balón superando a Battaglia, Expósito se aprovechó del despiste de Ximo para dársela a Bryan Gil, que, totalmente solo, tocó de cabeza para que Kike García. El atacante más peligroso del Eibar se coló entre unos blandos Laguardia y Lejeune para definir con la diestra a placer.

El tempranero tanto desubicó todavía más a los vitorianos, que apenas se habían situado en el encuentro. Los azulgranas, lejos de replegarse, siguieron apretando en busca del segundo gol. Un remate de Oliveira rozando el palo, un remate franco de Kike García que se fue fuera, un zapatazo de Expósito limando la escuadra, un mano a mano de Bryan Gil con Pacheco que salva el guardameta extremeño... La mejor noticia al descanso para el Glorioso, que solo incomodó a la zaga armera con alguna internada de Lucas Pérez, fue el resultado de solo 1-0.

OTRO GOL PSICOLÓGICO Al regreso de vestuarios el cuadro gasteiztarra salió con algo más de mordiente, intentando acercarse a la portería de Dmitrovic. Lejeune forzó un córner con un remate de cabeza nada más empezar y Battaglia obligó al portero serbio a estirarse para evitar el gol. Todo quedó en papel mojado cuando Kike García, en el 49 de partido, acabó de un plumazo con las aspiraciones albiazules. Enrich controló con excesiva facilidad un saque de puerta de Dmitrovic, abrió para Expósito y este asistió al delantero, que se adelantó a Lejeune para batir a Pacheco. Este segundo tanto sentenció el encuentro y en el Eibar se dieron por satisfechos todos excepto el insaciable Kike García, que quiso hacer leña del árbol caído y cerrar su recital con un hat-trick. El manchego se gustó con un golazo con rosca a la escuadra de Pacheco sin apenas ángulo, aprovechando la pasividad de la defensa gasteiztarra, que contaba los minutos para que terminase la pesadilla.

Poco más ocurrió en la última media hora del partido, que se le hizo eterna a un Alavés casi humillado. De poco sirvieron los intentos de hacer circular la pelota en un estadio en el que los puntos se obtienen a base de coraje, juego directo e intensidad en la pelea por los balones divididos y segundas jugadas. Quizá la derrota se debió a un error en el planteamiento de Calleja, o simplemente a los jugadores gasteiztarras les faltó la garra, concentración y casta de los armeros. Puede que las dos cosas. En cualquier caso, no hay tiempo para lamentaciones con cuatro finales por delante en las que el Alavés se jugará la permanencia, que se complica algo más después del batacazo de ayer.

goles

1-0, minuto 3: Kike García. Saque de banda directo al área que, tras varios toques de los jugadores locales, termina controlando Kike García y cruzando a placer.

2-0, minuto 49: Kike García. Centro a media altura de Edu Expósito desde la banda izquierda que remata de primeras Kike García tras adelantarse a Lejeune, que pierde la marca.

3-0, minuto 58: Kike García. El delantero llega a línea de fondo tras un pase filtrado por Soares, recorta a Laguardia y, sin apenas ángulo, envía el balón con rosca a la escuadra con el interior de su pierna derecha.

tarjetas: Amonestó a Tomás Pina (minuto 43) y a Battaglia (minuto 56).

las claves

Segundas jugadas El Eibar saca petróleo de las caídas de balón tras los golpeos en largo y ayer el Alavés no estuvo a la altura en la pelea por esas segundas jugadas. Todos los esféricos divididos cayeron del lado local y eso permitió que se jugara todo el partido cerca del área del Alavés.

Errores en la salida de balón El conjunto albiazul, que está recurriendo menos al juego directo desde la llegada de Calleja, intentó salir con el balón controlado desde atrás, pero la presión adelantada del Eibar y las pequeñas dimensiones del terreno de juego provocaron que perdiera numerosos balones en zona de peligro.

la figura: Lucas Pérez

El delantero gallego fue el único que llevó peligro al área del Eibar mientras el partido estaba vivo. Tocó al primer toque y encaró a los defensas rivales, aunque sus tiros fueron flojos.

debe mejorar: Lejeune

Al igual que el resto de la defensa, tuvo un día para olvidar. Perdió la marca de Kike García en el segundo gol y un resbalón suyo pudo costar otro tanto a manos de Bryan Gil.