La llegada de un nuevo entrenador a un equipo de fútbol suele tratarse de un intento de redirigir una plantilla que no está rindiendo al nivel esperado, con el objetivo de provocar un cambio de aires en el vestuario y en la pizarra. Sin embargo, no siempre el aterrizaje de un nuevo técnico va unido a la mejora de los resultados. Un claro ejemplo de ello fue el fichaje de Abelardo por el Deportivo Alavés el pasado mes de enero en sustitución de Machín, que se codeaba con los puestos de descenso.
Sin embargo, en vez de mejorar la dinámica del equipo, la llegada del asturiano provocó un empeoramiento su rendimiento, dejando el club en una situación mucho más crítica, hundido en el fondo de la clasificación. La directiva volvió a tomar cartas en el asunto y apostó por Calleja, que en cuestión de un par de semanas ha logrado cambiar completamente el panorama en Ibaia.
El Pitu de la historia reciente del Glorioso, al salvar al equipo de una situación crítica y mantener la categoría con holgura en dos temporadas consecutivas, quedándose a muy poco de llevar al club a la Europa League. Posiblemente la directiva, que estuvo encantada con él en su primera etapa, buscaba el mismo efecto revitalizador con su contratación en enero, pero en ocasiones, aunque se trate de exactamente del mismo protagonista, las cosas simplemente no funcionan, ya sea porque la plantilla no se adapta a sus ideas o porque las circunstancias no son las idóneas para que su trabajo resulte exitoso.
El Alavés no conseguía dos victorias consecutivas en liga desde noviembre de 2019, cuando superó al Eibar y al Real Valladolid
Calleja ha logrado levantar el ánimo de un vestuario hundido y recuperar para la causa a dos jugadores clave como Jota y Lucas Pérez
El preparador asturiano dirigió al equipo en doce encuentros entre liga y Copa del Rey, con unos números dramáticos: 29 goles en contra frente a solo ocho a favor y cinco puntos en el casillero, obtenidos en una victoria contra el Valladolid (1-0), un empate contra el Getafe (0-0) y otro contra el Cádiz (1-1). Solo dos porterías a cero para un equipo que presumió de una defensa infranqueable en la anterior aventura de Abelardo.
Calleja llegó en una situación mucho más delicada que la que heredó Machín de Abelardo y, en tan solo tres jornadas, ha superado con creces los números de su predecesor. Tres partidos le han bastado al técnico madrileño para obtener siete puntos, dos más de los que consiguió el Pitu a lo largo de once jornadas. Además, lo ha hecho en partidos para nada sencillos, con un empate a cero en San Mamés y dos victorias consecutivas contra Huesca (1-0) y Villarreal (2-1), que se juegan la permanencia y entrar en Europa respectivamente. El Glorioso , cuando se impuso al Real Valladolid y al Eibar. Además, aunque no es un abanderado del fútbol defensivo, ya ha registrado dos porterías a cero, las mismas que Abelardo durante toda su estancia en Vitoria.VUELVE EL OPTIMISMO Con resultados tan positivos, no extraña que la alegría haya reflorecido entre los jugadores y la afición albiazul. Lo que hace un mes eran caras largas, rumores de líos dentro del vestuario, desmotivación y mala suerte, ahora son sonrisas, unión, confianza, ilusión y compromiso. La plantilla necesitaba no tanto un cambio táctico o futbolístico como un cambio anímico, y la actitud de Calleja desde el primer momento que pisó Ibaia, acompañada de los resultados, ha provocado que los futbolistas crean en sus cualidades y en lo que les inculca el entrenador.
Por si fuera poco, el madrileño ha recuperado para la causa a los jugadores con más calidad del equipo, Lucas Pérez y Jota Peleteiro, a quienes se les ve totalmente comprometidos con el equipo y con una actitud positiva. El siete todavía no es el de la temporada pasada, pero su mera presencia sobre el terreno de juego incomoda al equipo rival. Jota, por su parte, protagonizó el miércoles en Mendizorroza uno de sus partidos más completos del curso, con desparpajo arriba y sacrificio atrás. Su aportación ha ayudado, pero no son los únicos que han dado un paso adelante, ya que otros como Joselu, Battaglia o Pacheco están mostrando su mejor versión. Incluso quienes salen desde el banquillo lo hacen con una actitud distinta y ayudan a que el equipo mejore, como fue el caso de Edgar Méndez, Pellistri y Pons contra el Villarreal.
Lo que está claro es que todavía no hay nada hecho y los siete puntos logrados por Calleja hasta el momento no serán suficientes para conseguir la salvación. Eso sí, la pelea por la permanencia se va ahora con ojos muy diferentes y con la tranquilidad de tener un pequeño colchón sobre los puestos de peligro. Si el técnico logra mantener el estado anímico de su plantilla y aprovecha esta buena racha para seguir sumando puntos, el Glorioso estará muy cerca de lograr lo que hace no tanto tiempo parecía una quimera.
La comparativa
Abelardo Fernández
Abelardo Fernández
Javi Calleja
Javi Calleja