La importancia de Lucas Pérez en el juego ofensivo del Deportivo Alavés es innegable. Cuando el gallego juega y está en buenas condiciones, el equipo carbura en la zona de tres cuartos de campo y las ocasiones llegan. El problema para el Glorioso Lucas no está teniendo esa regularidad de minutos que le hizo ser uno de los delanteros más temidos de la 2019-20.
Esta circunstancia no sería un problema si los albiazules tuvieran alternativas, pero el perfil único del gallego, sumado a la poca capacidad de creación del centro del campo, ha hecho que prescindir de él sea un lujo que el Alavés, en la delicada situación en la que está, no puede permitirse.
Hasta el momento, en las 24 jornadas que se han disputado en liga, el delantero coruñés ha jugado 1.155 minutos respecto a los 1.670 que llevaba la temporada pasada a estas alturas. Esta importante bajada en el tiempo de juego se ha debido a dos razones principales: sus diferentes molestias musculares y, según palabras de Abelardo, su falta de predisposición con el equipo, que explicaría su tremenda merma de nivel posconfinamiento.
Lo preocupante ha sido que, después de que el propio Pitu confirmase que le había recuperado para la causa -como así pareció en el choque contra el Valladolid-, volviera a ser suplente en el derbi contra la Real Sociedad en el que la escuadra albiazul acabó goleada.
Muchas son las razones por las que el Glorioso ha sumado tan pocos puntos esta temporada, pero una de las principales es su poca eficacia tanto en ataque como en defensa. A este equipo le cuesta una barbaridad crear ocasiones, pero con Lucas este problema se reduce.
El gallego sabe cómo transicionar el balón entre el centro del campo, las bandas y la delantera y sus compañeros lo usan como eje cuando está sobre el campo. Cuando falta, que ha pasado en demasiadas ocasiones esta temporada, el equipo no sabe qué hacer con el balón y buena muestra de ello son los escasos cinco puntos que han sumado los albiazules sin la presencia del coruñés en el campo respecto a los 11 -como titular- y los seis -saliendo desde el banquillo- que se han logrado con él. Además, sus cuatro goles y tres asistencias también son un factor a tener muy en cuenta.
Otro de los perjudicados por la falta de minutos de Lucas Pérez ha sido su compañero de batallas Joselu Mato. A pesar de la innegable lucha del nueve albiazul cada jornada, lo cierto es que su nivel ha bajado respecto a la pasada campaña y se debe, en gran parte, a la isla solitaria en la que se encuentra en cada partido.
La dupla gallega que formaron ambos la temporada pasada marcó 22 goles -11 cada uno- y prácticamente sostuvo los cimientos del equipo, que no tuvo que preocuparse excesivamente por otras zonas, para lograr la permanencia.
En contraposición -y haciendo referencia a la presente campaña-, ni Deyverson, que está demostrando unas enormes carencias con el balón en los pies; ni Guidetti, que tendría que haber dejado el club hace ya mucho tiempo a la vista de su ostracismo; ni Jota, que está a años luz del nivel esperado, han sido capaces de congeniar bien con Joselu.
La lógica lleva a pensar -y más después de la rueda de prensa de Abelardo tras el choque de Anoeta en la que admitió que se había equivocado con su elección- que Lucas Pérez volverá a ser titular en el trascendental partido que el Deportivo Alavés jugará este sábado en Mendizorroza frente a Osasuna. No obstante, visto lo visto hasta ahora, quién sabe con qué sorprenderá el Pitu