Hay encuentros que quedan grabado a fuego en la historia de los equipos y protagonizado ayer por el Deportivo Alavés se ha ganado sin duda un hueco de honor entre los más vibrantes protagonizados por el conjunto albiazul a lo largo de sus casi cien años de vida.
En la temporada en la que celebrará su primer siglo de existencia, el combinado de Pablo Machín regaló a sus sufridos aficionados una victoria inolvidable. Nada menos que ante el todopoderoso Real Madrid, vigente campeón de Liga, y en su propio feudo. Y, por si no fueran suficientes méritos, firmando además una auténtica exhibición que le permitió disfrutar de múltiples oportunidades para haber sentenciado antes de su final la suerte de la contienda.
No pudo hacerlo y en el último suspiro necesitó la colaboración del larguero para evitar que un disparo de Isco abortara su más que merecida victoria. Claro que un éxito sin sufrimiento no entra en el ADN del Glorioso.Si hace siete días la puesta en escena albiazul ante el Valencia rozó el sobresaliente, ayer el conjunto albiazul fue a por la matrícula de honor en Valdebebas. De esta manera, el equipo se aferró al molde de la pasada jornada y se propuso ofrecer una versión mejorada del mismo. La elección del once inicial -idéntico al de la anterior contienda- por parte de Pablo Machín dejó claro que el preparador soriano no estaba dispuesto a renunciar a su línea argumental por mucho que enfrente estuviera el vigente campeón de Liga.
Una situación que fue evidente desde los compases iniciales del duelo. Contra todo pronóstico, fue El Glorioso quien reclamó la posesión de la pelota y el que trató de asumir el mando de las operaciones sobre el césped. Fruto de esa intención y de la presión alta que ejecutó sobre la salida de la pelota por parte del Madrid llegó una cesión defectuosa por parte de Marcelo a Courtois, que no pudo evitar el córner. Lucas Pérez ejecutó el saque de esquina desde la derecha del ataque gasteiztarra y el cabezazo de Víctor Laguardia en el segundo palo se encontró con el brazo extendido de Nacho.
El colegiado no lo dudó y señaló de inmediato el punto de penalti. Tras la pertinente confirmación por parte del VAR, Lucas Pérez situó el esférico en los once metros y volvió a exhibir su maestría en el arte de transformar las penas máximas con un lanzamiento a la izquierda de Courtois imposible de alcanzar para el belga pese a su gran estirada.
Apenas se habían consumido cinco minutos de juego, pero la hoja de ruta comenzaba a cumplirse. Lejos de encerrarse para proteger su preciado botín, el Alavés mantuvo su idea original y se aprovechó del desconcierto de un rival incapaz de reaccionar. Así, poco antes de la media hora, Lucas Pérez tuvo en sus botas el segundo culminando una perfecta contra a pase de Peleteiro. Su intento de vaselina, sin embargo, se encontró en el último momento con la mano del portero local.
Esa acción y la entrada en el campo de Rodrygo por un lesionado Hazard espolearon al Madrid, que disfrutó de su mejor ocasión tras un grave error de Lejeune en la salida del balón. Pero entonces apareció, una vez más, San Fernando Pacheco para desbaratar el doble remate de Kroos desde el interior del área. El Alavés aguantó como pudo hasta el descanso y en el vestuario Machín reorganizó sus líneas.
El resultado no pudo ser mejor. Porque, nada más comenzar, Courtois falló estrepitosamente acosado por la presión de Lucas y entregó la pelota a Joselu que, con la portería vacía, solo tuvo rematar entre los tres palos para subir el inesperado 0-2 al marcador.
No se dio por satisfecha la escuadra de Mendizorroza, que quiso evitar a toda costa errores como los de la pasada jornada. Así, impidió que su rival generara peligro y, apoyándose en el contragolpe, generó hasta cuatro ocasiones clarísimas en las que, por desgrcia, Courtois acabó imponiéndose a los atacantes albiazules.
Con el cansancio ya haciendo mella Casemiro aprovechó un rechace de Pacheco en el área pequeña para recortar distancias en el minuto 85 y convertir en una larga agonía el tiempo restante. No se descompuso no obstante el cuadro vitoriano y cuando el lanzamiento al larguero de Isco en el 95 dio paso al pitido final pudo respirar y festejar por todo lo alto la más que merecida recompensa a su gloriosa exhibición.
Lucas Pérez
En un encuentro excepcional de todos el equipo, el gallego volvió a ser determinante con sus intervenciones en ataque. Tercer gol seguido y ocasiones para alguno más.
Lejeune
Aunque estuvo notable en el trabajo defensivo, cometió un grave error antes del descanso en la salida del balón que pudo costar el empate si Pacheco no lo hubiese evitado.
Estadio Valdebebas.
Árbitro Cordero Vega (cántabro). TARJETAS: Amonestó a Casemiro (minuto 17), Kroos (minuto 60), Rioja (minuto 66), Duarte (minuto 75) y Edgar Méndez (minuto 87).
Real Madrid: 1.Courtois 17.Lucas Vázquez 5.Varane 6.Nacho 12.Marcelo (69') 10.Modric (69') 14.Casemiro 8.Kroos (69') 11.Marco Asensio (62') 24.Mariano 7.Hazard (28')
Banquillo13. Lunín; 26. Altube; 3. Militao; 23, Mendy (69'); 20. Vinicius (62'); 21. Odegaard (69'); 22. Isco (69'); 25. Rodrygo (28').
Alavés: 1.Pacheco 23.Ximo Navarro 5.Laguardia 22.Lejeune 3.Rubén Duarte 24.Jota Peleteiro 8.Pina (77') 6.Battaglia 11.Rioja (88') 9.Joselu (91') 7.Lucas Pérez (88')
Banquillo13. Sivera; 2. Tachi; 4. Ely; 21. Martín; 17. Adrián Marín; 26. Javi López (88'); 37. Tavares; 27. Sergi García; 16. Edgar Méndez (77') ; 29. Borja Sainz (88'); 14. Deyverson (91'); 10. Guidetti.
goles
0-1, minuto 5: Lucas Pérez, de penalti. El gallego transforma con maestría la pena máxima sañalada por mano de Nacho a remate de cabeza de Víctor Laguardia.
0-2, minuto 48: Joselu. Lucas Pérez presiona a Courtois dentro del área y el portero falla en el despeje entregando la pelota a Joselu, que solo tiene que rematar entre los tres palos a puerta vacía desde fuera del área.
1-2, minuto 85: Casemiro. Pacheco despeja un remate de cabeza de Vinicius y el rechace, en el área pequeña, le cae a Casemiro, que marca a placer.
las claves
Ambición El Deportivo Alavés compareció en Valdebebas sin ningún complejo y con la firme intención de buscar desde el principio los tres puntos. Esa ambición le llevó a obtener un merecido premio al inicio de ambos períodos que conservo hasta el final.
Solidez y fortuna El equipo mostró una gran consistencia en todas sus líneas a lo largo de los noventa minutos y además contó con la pequeña dosis de fortuna necesaria. La que ayudó, por ejemplo, en algunas decisiones arbitrales o en que el último disparo de Isco acabara en el larguero y no dentro de la portería.